Ana Estévez, doctora en Psicología y profesora en la Universidad de Deusto, realizó una intervención en las «IV Jornadas Salud Digital: Adicciones tecnológicas, entre la alarma y la evidencia», organizadas por Fundación MAPFRE, Comunidad de Madrid. Consejería de Familia, Juventud y Asuntos Sociales y PantallasAmigas. Su presentación abordó el uso problemático del móvil y las redes sociales, destacando las implicaciones profundas en la salud mental, la autoimagen y las relaciones interpersonales. Enfatizó la necesidad de generar conciencia sobre los riesgos de la sobreexposición digital y promovió un uso más saludable y equilibrado de estas plataformas.
«Uso problemático del móvil y redes sociales», Reflexiones de Ana Estévez en las IV Jornadas Salud Digital
Ana Estévez, es Profesora Titular de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de Deusto. Directora del Máster en Psicología General Sanitaria. Responsable de la línea de investigación Adicciones sin sustancia y procesos cognitivo-emocionales y relacionales asociados. Como consecuencia, ha publicado numerosos trabajos nacionales e internacionales en revistas de alto impacto y ha participado en múltiples foros de intervención. Ha recibido varios premios internacionales y nacionales de investigación. Colabora en numerosos proyectos, algunos de carácter europeo. Miembro del Consejo Asesor de Juego Responsable. Miembro de Honor de diferentes entidades del tercer sector.
Estévez participó en la mesa «Tecnoadicciones: el uso problemático del móvil y las redes sociales y la ciberludopatía», con su ponencia titulada “Uso problemático del móvil y redes sociales”, en las Jornadas Salud Digital, organizadas por Fundación MAPFRE, Comunidad de Madrid. Consejería de Familia, Juventud y Asuntos Sociales y PantallasAmigas, en su IV edición celebrada el pasado 13 de junio de 2024 bajo el lema «Adicciones tecnológicas, entre la alarma y la evidencia».
El uso problemático del móvil y redes sociales: Reflexiones de Ana Estévez
El avance de la tecnología ha transformado la forma en que nos relacionamos, y con ello han surgido nuevos desafíos en el bienestar emocional y psicológico de las personas. Ana Estévez, en su intervención sobre el uso problemático del móvil y redes sociales, abordó las implicaciones de estas plataformas en la vida cotidiana, haciendo especial énfasis en la imagen corporal, la dependencia emocional y los efectos en la salud mental.
La necesidad humana de conectividad
Desde tiempos inmemoriales, el ser humano ha necesitado del contacto con otros. Como bien señaló Estévez, “los seres humanos necesitamos redes sociales”. No obstante, la tecnología ha vehiculizado esta necesidad de manera acelerada y, en muchos casos, anónima, lo que puede distorsionar la percepción de la realidad.
Para ejemplificarlo, presentó la imagen idílica de Santorini, que en redes sociales luce como un paraíso, pero en la realidad está atestada de turistas. Esta disonancia entre expectativa y realidad es clave para comprender cómo las redes influyen en la percepción de la vida cotidiana.
El impacto de la exposición a contenidos
Uno de los aspectos más preocupantes es la sobreexposición a contenido en redes, en especial aquel que perpetúa ideales inalcanzables. Según Estévez, “La exposición nos afecta y a lo que nos exponemos nos moldea”. Un fenómeno particularmente alarmante es el aumento de la insatisfacción corporal, sobre todo en adolescentes, quienes constantemente se comparan con modelos e influencers que exhiben una imagen irreal.
La investigadora mencionó un estudio reciente en el que se evidencia que las unidades de tratamiento para trastornos de la conducta alimentaria están desbordadas, situación agravada tras la pandemia. En este sentido, destacó que “Hoy en día te puedes comparar con miles de personas, y eso es devastador”.
Las redes sociales y la regulación emocional
El uso problemático de las redes también está vinculado con la regulación emocional. Estudios recientes han demostrado que las mujeres puntúan más alto en malestar emocional y en insatisfacción corporal, lo que podría estar relacionado con la alta exigencia impuesta en redes sociales. “Si aprendo a canalizar mis emociones de determinada manera, eso tiene consecuencias,” afirmó Estévez, destacando el papel de las redes como medio de validación.
Ana Estévez – IV Jornadas Salud Digital
Uno de los estudios mencionados examinó cómo las redes funcionan como mediadoras entre el malestar emocional y la insatisfacción corporal. Se analizaron datos de más de 2.500 personas usuarias de Instagram, TikTok, Twitter y otras plataformas, confirmando que el uso inadecuado de estas redes puede potenciar problemas psicológicos preexistentes.
La búsqueda constante de aprobación
Otro tema abordado fue la dependencia emocional que algunas personas desarrollan en redes. La necesidad de interacción se ha transformado en una búsqueda constante de validación digital. “El problema de las redes es que te dan un emoticono, pero no te dan un abrazo”, expresó Estévez.
Estudios recientes también revelan que el uso excesivo de redes está vinculado a una baja autoestima y dependencia emocional, sobre todo en adolescentes. Este fenómeno se ve reflejado en prácticas como el seguimiento obsesivo de influencers o la participación en retos virales relacionados con la imagen corporal.
La influencia de la pornografía y las relaciones digitales
Otro tema de interés fue el impacto de la pornografía en la percepción de las relaciones afectivas y sexuales. Un estudio realizado en 2016 sobre perfiles de adolescentes en redes sociales encontró que la proliferación de conductas sexualizadas era mayor que la de consumo de alcohol y drogas. “Nosotras buscábamos datos de consumo de sustancias, pero encontramos mucho más contenido de hipersexualización adolescente”, comentó la investigadora.
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Este tipo de contenidos refuerza estereotipos y expectativas irreales en las relaciones, afectando la forma en que las y los jóvenes experimentan la intimidad y el afecto.
La salud mental en la era digital
Finalmente, Estévez abordó la importancia de la salud mental en el contexto digital. Explicó que la desinformación es un problema creciente en redes, donde proliferan consejos sin base científica sobre ansiedad, depresión y bienestar emocional. “Mucha gente sigue cualquier cosa que ve en redes, aunque no tenga ningún sustento”, advirtió.
En este sentido, subrayó la necesidad de educar a la población en el uso responsable de la información, promoviendo la alfabetización digital y emocional.
Ana Estévez, Mesa Tecnoadicciones: el uso problemático del móvil y las redes sociales y la ciberludopatía, en la IV Jornadas Salud Digital
Conclusión
El uso problemático del móvil y redes sociales es un fenómeno complejo con implicaciones profundas en la salud mental, la autoimagen y las relaciones interpersonales. Ana Estévez enfatizó la necesidad de generar conciencia sobre los riesgos de la sobreexposición digital, promoviendo un uso más saludable y equilibrado de estas plataformas.
Como reflexión final, citó a Marco Aurelio: “Las circunstancias que nos rodean nos afectan de manera importante”, una afirmación que cobra especial relevancia en una era donde la tecnología moldea nuestras vidas de formas antes inimaginables.
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