Si la red tiene riesgos, entre ellos se halla la facilidad con cualquiera puede hacerse pasar por otro. El futbolista italiano Alessandro Del Piero amenza con poner una demanda a Facebook tras descubrir que hay en esta Red Social un perfil con su nombre que incluye vínculos a organizaciones neonazis en Italia.
El debate sobre la seguridad en las Redes Sociales se ha reabierto. Incluso si el cibernauta decide cerrar la cuenta, sus datos, entre los que pudieran estar múltiples fotos, direcciones personales y correos electrónicos, no desaparecen: quedan a disposición de los directivos de Facebook; aunque en los términos del contrato inicial se especifica que esa información es privada.
De acuerdo con el destacado investigador español Manuel Castells, autor del libro «La era de la información: economía, sociedad y cultura», las redes tradicionales han adoptado una nueva forma al transformarse en redes de información revitalizadas por Internet que imprimen una dinámica social diferente a los sistemas económicos y políticos, proporcionando una nueva «morfología social» de la emergente sociedad en red.
Solo en 2008 la utilización de estas redes aumentó en Europa en un 35% y, según estimados, es posible que en ese continente la cifra de usuarios sobrepase los 100 millones en 2012.
Recientemente las principales redes sociales como la propia Facebook, MySpace—su gran rival—, Netlog, Dailymotion, Google/YouTube, Microsoft Europe, Bebo y Hyves, entre otras, firmaron un acuerdo con la Comisión Europea para limitar los riesgos que podría tener la publicación de informaciones sobre menores.
Los riesgos aparecen vinculados, especialmente, al llamado ciberacoso que han sufrido niños en sitios en Internet. Por eso las redes firmantes se comprometieron a colocar en sus sitios un lugar donde los cibernautas puedan reportar el posible abuso de información. Los directivos también garantizaron que situarían en posiciones más visibles las opciones que permiten elegir entre los diferentes niveles de protección de la vida privada, para así determinar quién puede acceder a los datos personales colocados en la web.
Además, los perfiles de los menores de edad automáticamente pasarán a ser privados y solo serán accesibles para los «amigos», reconocidos como tal por el usuario.
No obstante, estas medidas no parecen suficientes para detener el mal uso de las redes sociales, tal vez porque lo dejan todo a la voluntad de los cibernautas. Habilitar un espacio para «reportar un abuso» no significa que se utilice; tampoco explican qué harían con ese reporte.
fuente: cubaperiodistas.cu