sharenting

sustantivo

the habitual use of social media to share news, images, etc of one’s children

origen de la palabra sharenting

blend of sharing + parenting

O lo que es lo mismo, el uso habitual de las redes sociales como medio para compartir noticias o imágenes de nuestros hijos. Su origen viene de la combinación de las palabras «sharing» (compartir)  y «parenting» (crianza).

sharenting

El hecho de subir imágenes o vídeos de nuestros hijos/as a Internet, además de crearles una huella digital sin su consentimiento desde que son bebés, también puede exponerles a los peligros que acarrea el propio Internet. El sharenting es muy popular entre padres y madres y lejos de ser una práctica habitual, se ha convertido en el pan de cada día. En algunas plataformas, las imágenes y geolocalizaciones se convierten en material público a mano de cualquiera.

Tenemos que ser conscientes de que estamos dando detalles de las vidas de nuestros hijos e hijas cuando aún no pueden decidir si quieren tener presencia o no en Internet. Y además, el sharenting puede ponerles en riesgo. Hay imágenes que subimos a las redes sociales que se borran y se utilizan para campañas publicitarias sin nuestra autorización. Son fotografías que se pueden descargar de Internet sin que nosotros no sepamos, y después de manipularlas (o no), volver a subirse a Internet. Por ejemplo, los datos de localización permiten que otras personas ajenas a nuestro entorno sepan dónde están nuestros hijos e hijas en todo momento. Además, también les exponemos a otros riesgos.

Riesgos derivados del sharenting:

  • Falta de privacidad: Como hemos comentado antes, al compartir imágenes o información de nuestros hijos/as, les estamos creando una huella digital, y a su vez les estamos retirando la privacidad que les pertenece.
  • Ciberbullying: Con el sharenting podemos llegar a favorecer el ciberbullying sin querer, ya que estamos facilitando información acerca de nuestros hijos e hijas. Este contenido puede afectar a la reputación del niño/a en cuestión, perjudicándole en el colegio o en su entorno social.
  • Fraude: Los niños pueden llegar a convertirse en blancos de fraude por los datos que hay de ellos en Internet.
  • Grooming: También puede generarse acoso por parte de otro adulto a través de las redes sociales.
  • Pedofilia: El contenido puede ser usado con propósitos sexuales. Los pedófilos podrían llegar a guardar o compartir dichas imágenes para una posterior connotación sexual. Debemos recordar siempre que los pedófilos obtienen fotografías e información de los niños y niñas a través de las redes sociales. Los datos que nosotros publicamos les sirven para conocer más acerca de nuestro hijo/a, como sus gustos, su fecha de cumpleaños y el colegio en el que estudia, provocando una grave situación de vulnerabilidad en el menor.

Si aún así seguimos queriendo compartir imágenes o vídeos de nuestros hijos/as, debemos de seguir los siguientes consejos y tener mucha precaución.

Consejos a la hora de publicar fotos de nuestros hijos en redes sociales

  1. No es recomendable crear una cuenta propia a nuestro hijo/a y subir fotos en dicha cuenta. Es mejor subir las fotografías en las redes sociales de los adultos.
  2. Podemos pedir a nuestros hijos e hijas que «censuren» las imágenes que no quieran que compartamos sus padres. Es decir, que nos cuenten qué es lo que no quieren que subamos a redes sociales.
  3. Tenemos que cerciorarnos de que las fotos que subamos en las que aparecen nuestros hijos/as, estén SIEMPRE vestidos.
  4. Leer y entender las políticas de privacidad de las redes sociales a las que subimos las fotografías.
  5. Recordar y tener siempre presente cómo se sentirían nuestros hijos/as si en un futuro se tuvieran que enfrentar a una imagen suya que subieron sus padres a Internet. ¿Podría dañar su autoestima?
  6.  Activar las alertas de Google con el nombre de nuestro hijo/a, para que nos avisen si aparece en alguna búsqueda de Google.
  7.  No dar la localización de nuestro hijo/a, y si queremos hacerlo, hemos de tomar precauciones.
  8.  Compartir la información bajo el anonimato y pixelar las caras de nuestros hijos e hijas para respetar su privacidad, sobre todo si son menores de edad.
  9.  Si enviamos imágenes o vídeos a través de mensajería instantánea (como WhatsApp), tenemos que asegurarnos de que las personas a las que enviamos dicho contenido son de confianza y no lo compartirán sin nuestro permiso.