Realizar compras online puede llegar a ser una actividad de riesgo para nuestro bolsillo. Además, si no prestamos la debida atención también puede convertirse en una mala experiencia en la red tanto para jóvenes como para personas mayores.

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El comercio electrónico no entiende de crisis, cada año mantiene o supera su crecimiento. Las compras online alcanzaron en el segundo trimestre de 2019 un nuevo récord con más de 211 millones de transacciones por internet. En términos de facturación, rozó los 12.000 millones de euros. Un crecimiento del 28,6% respecto al mismo periodo del año anterior, de acuerdo a los datos del último informe de CNMCData.

A pesar de estos impresionantes números, aún hay personas que tienen miedo a realizar sus compras a través de internet. Con este artículo pretendemos hacer una guía con los pasos y puntos en los que hay que fijarse antes, durante y después para realizar una compra segura online.

Antes de la compra

  • Puesta a punto de los dispositivos: comprobar que nuestro sistema operativo ya sea el ordenador, tablet o teléfono móvil se encuentre actualizado. En el caso de comprar a través de una aplicación comprobar que sea su última versión. Tener activados los sistemas de seguridad, Antivirus y Antispyware y evitar utilizar redes WiFi públicas o sin medidas de seguridad. También es una buena medida de seguridad evitar utilizar otros dispositivos que no sean los nuestros y en caso de no poder evitarlo, utilizar las pestañas en modo incognito y evitar dejar nuestro rastro.
  • Certificado de seguridad: verificar que la dirección en el navegador comienza por HTTPS y que tenga activado el candado o aparezca el texto “Conexión Segura” es el primer paso a comprobar. Esto es esencial cuando proporcionamos información privada a través de internet, del tipo: DNI o datos bancarios. Estos certificados establecen una comunicación cifrada con el servidor de tal forma que nadie podrá interceptar la comunicación entre nosotros y la tienda online.

  • Comprobar la información legal: son los enlaces que suelen encontrarse al final de las páginas: como “Aviso legal”, “Términos de uso” o “Política de privacidad”. La información legal es fundamental porque: nos permite identificar al dueño y negocio con el número de identificación fiscal (NIF, NIE o CIF) y saber quién estará en posesión de nuestros datos. También permite conocer los derechos que nos asisten.
  • Sellos de confianza: para ahorrar a los clientes realizar las anteriores comprobaciones, nacen los sellos de confianza. Las tiendas online acreditadas ofrecen mayores niveles de seguridad y calidad a sus clientes ya que sus procesos han sido revisados y validados por un tercero reconocido frente a un conjunto de buenas prácticas. La gran mayoría de estos sellos requieren a las tiendas probar de forma periódica que siguen cumpliendo con los requisitos marcados en función del tipo de sello y actividad. Algunos de estos sellos son: Aenor e-Comercio, Confianza Online o Trusted Shops.

Durante la compra

  • Desconfianza como sistema de protección: respecto a los productos de lujo o marcas de alta gama, desconfiar cuando su precio está muy por debajo del precio del mercado o incluyan reclamos del tipo: “Oferta de última hora”, “Últimas unidades” o “Compra ya” estos podrían tratarse de productos falsificados o robados.
  • Usuario y contraseña segura: es de vital importancia utilizar contraseñas seguras y gestionarlas correctamente para que nadie las adivine o las obtenga probando distintas combinaciones de letras y números. Si tenemos la opción activar la verificación en dos pasos o doble verificación.
  • Valoraciones de otros clientes: verificar la experiencia de otros usuarios, tanto si la tienda nos ofrece una venta directa, como si incluye productos vendidos terceros. En el primer caso, nos fijamos en los comentarios de otros compradores respecto al producto. Un punto extra de confianza son los sistemas de valoraciones externos, como en el caso de los sellos de confianza, son empresas externas las que se encargan de gestionar las valoraciones. Algunas de estas plataformas son: Trustpilot, Podium o las valoraciones de Amazon. En el caso de que sea otro usuario el vendedor, al estilo de eBay, nos guiaremos por su reputación calculada por sus anteriores ventas efectuadas de forma positiva y negativa.
  • Cargos extra: tasas, ampliaciones de garantías, gastos de transporte urgente, seguros complementarios… son algunos de los cargos que se incluyen en nuestro carrito de la compra virtual de forma automatizada. Antes de proceder al pago, hay que revisar todos los cargos marcados y eliminar los no necesarios.
  • Pagos: las diferentes opciones ordenadas de mayor a menor seguridad son:
    • Pago contrarrembolso: no realizamos el pago hasta verificar el artículo comprado.
    • Plataformas de pago: la más común es PayPal. Son servicios que actúan como intermediarios entre nosotros y el vendedor. Además de proteger nuestros datos, actúan de mediadores ante posibles fraudes.
    • Tarjetas prepago / E-Wallet: la mayoría de bancos las incluyen entre sus servicios, son tarjetas que permiten realizar pagos sin estar asociadas a ninguna cuenta bancaria. Algunas son recargables y otras tienen un importe específico. También permiten el pago con dinero virtual como Bitcoins.

    • Tarjetas de crédito/débito: es la forma de pago más común por comodidad, pero no es la más segura, ya que corremos el riesgo de exponer nuestros datos.
    • Transferencia bancaria: en caso de sufrir alguna incidencia con el producto o el envío, podría ser difícil de demostrar. En especial, si son transferencias al extranjero.
    • Trasferencia instantánea: su principal riesgo es la inmediatez. Una vez realizado el pago no permite la cancelación o el reembolso.

Después de la compra

  • Guardar la factura: guardar el ticket, imprimir la factura o apuntar el número de orden / pedido. Ante posibles reclamaciones futuras o utilización del sistema de garantía.
  • Realizar una revisión periódica: de los movimientos de nuestras cuentas bancarias a las que tengamos asociadas tarjetas por si vemos algún cargo sospechoso y, en su caso, poder reclamar.
  • Eliminar nuestro rastro: ya hemos comprado y ha vencido el tiempo para realizar reclamaciones. Si no hemos necesitado volver a entrar en esa tienda, ¿por qué seguir permitiendo que tenga nuestros datos? Una buena medida de autodefensa es eliminar nuestro usuario o al menos borrar los datos bancarios de las tiendas que ya no utilicemos. En el siguiente enlace la Agencia Española de Protección de Datos, pone a disposición de los ciudadanos una guía para que hagan valer sus derechos.