Helena Matute es catedrática de Psicología Experimental en la Universidad de Deusto y directora del laboratorio de Psicología Experimental, protagonizó el episodio «Pensamiento crítico frente a los sesgos». Forma parte de las 25 mujeres expertas destacadas en sus diferentes ámbitos de especialización.
El podcast de PantallasAmigas es un programa sobre educación, ciudadanía y bienestar digital conducido por Begoña Beristain.
Transcripción del episodio
Begoña: Hola, ¿qué tal? Bienvenidos. Bienvenidos a un nuevo episodio de educación, ciudadanía y bienestar digital, el podcast de pantallas amigas. Hoy recibimos a Helena Matute, catedrática de Psicología experimental en la Universidad de Deusto. Y directora del laboratorio de Psicología experimental, ella investiga sobre cómo aprendemos, sesgos cognitivos, asociaciones mentales, supersticiones, pseudociencias, ilusiones causales, aprendizaje asociativo y memoria. También investiga sobre psicología de las nuevas tecnologías las relaciones entre humanos e inteligencia artificial y los aspectos psicológicos de la vida en las. Ha publicado, además de una gran cantidad de artículos científicos, libros como los titulados psicología de las nuevas tecnologías de la adicción a Internet, a la convivencia con robots y nuestra mente nos engaña, sesgos y errores cognitivos, que todos cometemos. Precisamente en esto nos vamos a centrar hoy. ¿Qué tal? Helena Matute, bienvenida.
Begoña: Hola, ¿qué tal? Bienvenidos, bienvenidas a un nuevo episodio de educación, ciudadanía y bienestar digital, el podcast de PantallasAmigas. Hoy recibimos a Helena Matute, catedrática de Psicología experimental en la Universidad de Deusto. Y directora del laboratorio de Psicología experimental, ella investiga sobre cómo aprendemos, sesgos cognitivos, asociaciones mentales, supersticiones, pseudociencias, ilusiones causales, aprendizaje asociativo y memoria. También investiga sobre psicología de las nuevas tecnologías, las relaciones entre humanos e inteligencia artificial y los aspectos psicológicos de la vida en las que ha publicado, además de una gran cantidad de artículos científicos, libros como los titulados: “Psicología de las nuevas tecnologías”, “Adaptándose a Internet” y “Nuestra mente nos engaña, sesgos y errores cognitivos que todos cometemos”. Precisamente en esto nos vamos a centrar hoy. ¿Qué tal? Helena Matute, bienvenida.
Helena: Hola, ¿qué tal?, muy buenas.
Begoña: Pues nada, encantada de que estés en el podcast de PantallasAmigas, yo creo que para empezar por el principio vamos a definir, ¿no?, a saber, qué son los sesgos cognitivos. Últimamente estamos oyendo mucho hablar de sesgos, pero exactamente ¿cómo definimos esos sesgos cognitivos?
Helena: Bueno, son 6. Los cognitivos son errores que cometemos todas las personas de manera sistemática y en la misma dirección, o sea, son errores de pensamiento o de razonamiento o de percepción. Puesto que podemos incluso predecir en tal situación. La mayoría de las personas se van a equivocar. Yo siempre digo, a mí me gusta mucho el ejemplo de la brújula, una brújula estropeada o rota, o que comete errores pues nos llevaría un día para el norte, otro día para el Sur estaría totalmente al azar, mientras que una brújula sesgada nos llevaría siempre en una dirección errónea. ¿Pero siempre vamos a suponer siempre hacia el noroeste, quieres ir para el norte pero tiene un desvío que siempre te lleva un poquito mal, no? Entonces, en ese sentido puedes predecir los errores sistemáticos en el caso. Todos venimos de fábrica.
Begoña: ¿Y cuando hablamos de mi?
Helena: Con los mismos sesgos, en la misma dirección.
Begoña: Cuando hablamos de errores, siempre tendemos a pensar que cuando cometemos un error lo hacemos de manera involuntaria. Estos sesgos son involuntarios, son aprendizajes que venimos asumidos como ciertos, pero que no lo son.
Helena: Los sesgos son involuntarios, efectivamente, lo mismo que los errores. La diferencia entre un error y un sesgo, es que el error es más aleatorio en cualquier dirección, y el sesgo más sistemático por supuesto que son involuntarios. ¿Me has dicho si son aprendidos? Yo diría bueno, puede haberlos aprendidos, pero en general vienen de muy antiguo en la evolución humana, si los cometemos todos iguales, quiere decir que son heredados. A ver no es, hereda. Los esperes es la mejor manera, pero los sesgos vienen porque normalmente es adecuado responder de una forma en muchas situaciones, pero cuando la situación cambia, digamos que seguimos con el piloto automático respondiendo de la forma que normalmente es correcta. Y en esa situación pues metemos la pata.
Begoña: Ah, bueno, luego hablamos de si se pueden corregir estos sesgos. Citamos uno de tus libros, “Nuestra mente nos engaña”. ¿Nos engañamos mucho a nosotros mismos? y si lo hacemos, ¿Porqué lo hacemos? ¿Por supervivencia?
Helena: Yo utilizo esta expresión, nuestra mente nos engaña. Pero a ver, no. También aclaró en el libro La mente no es alguien que está aquí, dentro de mi cabeza, lo mismo que el cerebro tampoco está. Es decir, mente y cerebro son la misma cosa Y soy yo toda, toda yo con mi mente, con mi cerebro, con mi cuerpo, no. Entonces si me equivoco, si me engaño, si tal soy, soy yo a mí misma siempre, es decir, no, no hay, lo digo porque sí que ha habido. ¿Quizás en la psicología popular esto de que te auto engañas? ¿No? Si yo estoy percibiendo una línea más corta que otra, no hay ahí ningún autoengaño. ¿En ese sentido de que pretendo engañar a esta señora? No, no, no pretendo engañar a nadie. En mi percepción está sesgada para ver en determinados contextos una línea como más larga que la otra, pero porque estoy en ese contexto. Y los estímulos que hay alrededor me están engañando y me hacen percibirlo. Me hacen percibirlo de manera sesgada, pero no porque yo quiera engañarme, o sea, son cosas muy distintas.
Begoña: ¿Él no es un engaño voluntario, pensamos, me voy a engañar a mí misma, no?
Helena: No, para nada, para nada. No, para nada. Igual tenía que haber utilizado otro término, no sé.
Begoña: Qué pasa, es que cuando asumimos esta frase, esta afirmación de que en nuestra mente nos engaña igual, estamos intentando siempre pensar, bueno, esto es una construcción de mi mente. Y entonces, bueno, pues eso es igual, un poco, lo que puede llevar a confundirnos, ¿no?.
Helena: Eso sí, a ver lo que has dicho ahora sí, es que yo creo que todo lo anterior a ver, sí que lo aclaro en las primeras páginas del libro. Lo que has dicho ahora es una construcción de nuestra mente. La realidad es una construcción de nuestra mente. Entonces, lo que intento decir cuando digo nuestra mente nos engaña, no hay intencionalidad de ningún tipo, es únicamente que como estamos construyendo la realidad, pues muchas veces lo que percibimos, lo que recordamos, lo que vemos, lo que oímos, no es lo que de verdad está pasando. No es lo que tenemos delante, ni lo que pasó y estamos recordando. Lo que quiero transmitir es que cometemos muchos errores que realmente muchas veces dices, hombre, fíjate solo de lo que ves y yo aquí lo que digo es no, ni siquiera lo que estás viendo con tus ojos, puedes asegurar que sea cierto ya, porque yo te puedo poner el ejemplo de las líneas, que es una ilusión visual muy conocida, pero que es totalmente cognitiva, según lo que tengan estas líneas alrededor y como tengan los ángulos, las voy a ver más largas o más cortas o dos círculos rodeados de piedritas pequeñitas o de pedruscos enormes. Aunque sean iguales, los voy a ver también uno más grande, el otro más pequeño, pero no solamente es la percepción del tamaño, son los recuerdos. Tenemos montones de recuerdos falsos. Estamos todo el día editando nuestra memoria cambiando los recuerdos, pero de manera inconsciente. O sea, simplemente como estamos construyendo la realidad, yo si ahora recibo cualquier información nueva y tengo que ajustarla en ese esquema que tengo yo de la realidad, de cómo ha ocurrido, pues muchas veces la única forma que tengo de incorporar esta información nueva que recibo es cambiando el recuerdo que yo tenía, que asumo que el recuerdo es incorrecto, pero todo esto es inconsciente.
Begoña: Ajá y diríamos, centrándonos un poco en los recuerdos, eso que has dicho de los recuerdos que muchas veces son inventados, por decirlo de alguna manera ¿no? Esos que intentamos construir nuestra propia realidad, hacerla a nuestra medida, ¿o no tiene nada que ver con eso?
Helena: o sea, todo lo que puede haber en mi cabeza es lo que yo he construido, no puede haber nada que tú hayas construido, me explico, tú sí puedes construir. Y como somos humanas me lo puedes transmitir verbalmente y yo tendré que construir mi propia realidad a partir de lo que tú me cuentas, pero nunca jamás en mi cabeza va a haber nada que no haya construido yo.
Begoña: Sí, sí he entendido. Todo lo construimos, como que lo fabricamos, ¿no?
Helena: Sí, y en realidad pasa con todas las especies animales, EH? Pero cuando en el caso de los humanos, pues es verdad que podemos, una persona puede transmitir a otra su visión de cómo son las cosas y eso le ayuda al otro a incorporar una idea de la realidad que sea compartida. Es algo que tenemos los humanos, no podemos compartir visiones de la realidad.
Begoña: Helena, hablas también de mentes de nuestras mentes cavernícolas. Nuestros antepasados están detrás de todos nuestros sesgos.
Helena: Sí, sí, porque a ver. Es la forma en la que podemos explicar lo que te decía al principio, a ver si los errores que cometemos las personas van en la misma dirección. Eso es algo que hemos heredado. Entonces la explicación más plausible que hay en este momento es que… vamos a mí, a mí hay una foto que me gusta mucho. En la Antigüedad, nuestros antepasados tenían que adaptarse a un mundo que era muy peligroso, en el que sabían muy pocas cosas, ¿no? La ciencia no los había desarrollado, tenían muy poca información del mundo, que tenían grandes depredadores. Tenían 15 leones tigres en lo que fuera entonces. No tenían que ser capaces de. Con muy poquita información. Bueno, también nosotros tenemos que ser capaces, pero vamos a pensar en ellos con muy poquita información tenían que ser capaces de imaginar o predecir si estaban delante de un peligro o de una situación ventajosa en cuanto a alimento. ¿Dónde estaban? ¿No? Entonces pongo el ejemplo de, Imagínate un 1 de nuestros antepasados que veía a lo lejos unas manchas en la mala. De manera inmediata, muy rápida, sin pensarlo, detecta. Era un tigre y tenía que salir corriendo. ¿No? Entonces simplemente el hecho de ver esas manchas y ser capaz de imaginar que hay un tigre y que tiene que salir corriendo o subirse al árbol más alto que encuentre. ¿O yo qué sé qué? Y de alguna manera tenían que ser capaces de reaccionar antes de pensar en y sobre todo, ser capaces de predecir peligro o seguridad o lo que fuera a partir de muy poquita información. O sea, no podían esperar a estar seguros. ¿Por qué? Porque si tú te esperas a estar seguro de que lo que hay ahí, es un tigre, el tigre te ha comido, ¿no?
Begoña: Eso es.
Helena: Al tigre, león y lo que fuera entonces. ¿Qué ocurre? Pues aquellos quiénes han transmitido sus genes hasta la generación actual. Pues aquellos que eran un poco más imaginativos, o sea, podemos llamarlos así. Aquellos que eran capaces de, con cuatro estímulos, imaginarse el resto, con cuatro puntos te imaginabas en león entero, ¿salías corriendo? No. Entonces a día de hoy, que pasa, que hemos heredado esa capacidad de con cuatro puntos imaginarnos al resto. Esto está muy bien y en el día a día nos es muy útil. Yo oigo un trozo de conversación y me imagino el resto y normalmente va a ser útil. También es verdad que nos puede llevar a grandes errores, porque ¿cuántas veces hemos oído un trozo de conversación en la oficina o en la cafetería? En el descanso nos hemos imaginado el resto, que es aquello para lo que estamos preparados. Y claro, nos hemos imaginado una historia que no tenía nada que ver con la realidad, ¿no? Entonces eso es muy habitual y cuando hablamos de esto, de la conversación, nos imaginamos lo que hay detrás y lo damos por bueno. Pero claro, si nosotros empezamos a conocer de dónde vienen estos sesgos y cómo funcionan y tal, tienes que continuamente hacer este ejercicio de cuidado, que igual estoy inventando demasiado, igual estoy prediciendo cosas que no son ciertas, ¿no? Y tienes que hacer continuamente ese ejercicio cada vez que tienes una discusión con alguien que te dice lo que dije no fue eso, que sí que lo te oí, bueno igual oíste cuatro cositas y te imaginaste el resto, ¿no?
Begoña: Claro, sí, sí, Helena. ¿Cuáles son los sesgos más conocidos y habituales?
Helena: Vale, el principal yo diría que es, a ver uno de los que más oímos hablar es lo que se llama el sesgo de confirmación. ¿Es que cuando tenemos una hipótesis de cómo funciona algo en la vida, buscamos siempre información que lo confirme, en vez de información que pudiera rechazarlo, y sería bastante más útil, nos daría más información, no sé un ejemplo ¿no? Pues cuando estamos haciendo búsquedas sobre salud. ¿Esto es un tema que hemos investigado nosotros también, no la gente tiende a buscar, o sea, si tú les dices, por ejemplo, que bueno que hay sospechas de que tal enfermedad está causada por tal cosa, ¿no? Pero bueno, que se informen. Entonces la gente tiende a buscar de qué manera, ya la frase que ponen en el buscador, o que ponemos lo que buscamos en Internet, y lo que nos paramos a leer y lo que se archivamos y recordamos es aquello que confirma la idea previa que teníamos, pues que tal enfermedad está causada por tal cosa, cuando en realidad, pues igual deberíamos buscar ejemplos de otras cosas que pudieran causar esta enfermedad y si lo buscamos lo vamos a encontrar y entonces invalidamos la hipótesis que teníamos, pero eso no lo hacemos. Siempre tendemos a confirmar.
Begoña: El sesgo de confirmación, que vemos que es muy peligroso.
Helena: Sí, y ese es el que más manejamos porque sobre todo porque un poco tratamos de reafirmar nuestras convicciones, eso es como cuando lees un periódico, porque es el que cuenta lo que tú quieres leer, por ejemplo.
Begoña: Exacto, sí, sí, sí, sí nos enfocamos en ciencia, una de las cosas que primero tienes que aprender cuando estás investigando es a esforzarte por ver el otro lado.
Helena: Entonces claro, ya digamos que tu mente se empieza a abrir bastante, cuando ya no estás obligado, o sea, tú sabes que tienes esa tendencia a confirmar, pero por otro lado dicen no, no, espérate que tengo que ver si puedo darle la vuelta a esto, ¿no?
Begoña: Y la única manera que, supongo, tenemos de defendernos de estos sesgos es el pensamiento, el pensamiento crítico, ¿no?
Helena: El pensamiento crítico, el pensamiento científico, en realidad, el pensamiento crítico es parte del pensamiento científico. ¿No? Yo diría que el método científico, la metodología científica, la actitud. Significa precisamente una lucha, una estrategia,o una caja de herramientas si quieres contra los sesgos cognitivos, es decir, si sabemos que las personas, científicos o no, tendemos a confirmar lo que ya creemos, tendemos a editar nuestros recuerdos hay tantos errores que sabemos que cometemos. Que si nos dedicamos a la ciencia y aunque no nos dediquemos o sea, cualquier persona que quiera paliar un poco estos sesgos tiene que le conviene esforzarse por seguir una metodología científica y un tipo de pensamiento muy científico, muy escéptico, buscar siempre el otro ángulo. Ver siempre en qué te has podido equivocar, discutirlo con colegas porque uno de los sesgos, también muy importante, es que yo puedo ver el sesgo de otros, pero no puedo ver el mío propio, entonces es un punto ciego, ¿no?.
Begoña: Helena, hablar de un punto ciego, ¿cómo es eso?
Helena: Eso es, hay un punto ciego, entonces yo tengo que tener un método, una parte muy importante del trabajo científico, que es la discusión con los colegas, porque van a haber cosas que tú no estás viendo, ¿no?
Begoña: Uhh vamos a centrarnos. ¿Dónde metemos eso?
Helena: Eso deberíamos extenderlo a toda la sociedad, es súper importante.
Begoña: Vamos a centrarnos en niños, niñas, adolescentes. ¿Cuándo comienzan a determinar sus sesgos? Supongo que desde que nacen, ¿no?
Helena: Cuando dices determinar sus sesgos me imagino que te refieres cuando empiezan a verse.
Begoña: A evidenciarse, sí, sí.
Helena: Desde el principio nosotros hemos trabajado con los más pequeños. Sí, hemos trabajado con niños en el acceso con niños pre lectores, hemos adaptado las tareas que tenemos para adultos las hemos hecho con dibujitos y un cuento en una tableta y tal y cometen más o menos los mismos sesgos que los adultos. De hecho, yo esperaría que los niños cometan más sesgos, porque alguno, quizá con la edad se pueda ir corrigiendo muy difícil, pero vamos, los niños tienen montones sesgos.
Begoña: Supongo que es porque la educación también está sesgada, ¿no? También tiene sus propios sesgos.
Helena: La educación también está sesgada, como todo, pero incluso aunque es muy difícil ir contra los sesgos porque quiere decir que nosotros sí que estamos haciendo algún programa para reducir algunos sesgos. La Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología está trabajando para reducir algunos sesgos en los colegios. Con unas estrategias que tenemos que desarrollarlas en laboratorio y bueno sí se consigue, pero claro, es un trabajo bastante enfocado a reducir este sesgo y que luego vamos a medir. Y sí se consigue ya que es costoso, es decir, una educación normal que esté bien planteada, que no esté sesgada, que sea una educación buena de un colegio. Bueno, si no va muy enfocada a reducir tal sesgo, no lo va a reducir, así como así. Es decir, es algo que normalmente no se trata. ¿Estamos haciendo este programa con felicidad?, que yo creo que es un programa muy especial, vamos a mí me está pareciendo que es una maravilla. Nosotros estamos colaborando, ojo, en una parte pequeñita del programa. Es un programa grande que tiene que decir que se llama cazadores de mitos, en el que enseñan a los estudiantes, pues eso, a cazar mitos y nosotros colaboramos en una parte pequeñita de cómo desarrollar ese pensamiento científico y estamos viendo que sí se puede mejorar, pero bueno, está requiriendo un programa específico en el que se pueden apuntar los colegios que quieren apuntarse. Fundación Española de Ciencia y Tecnología.
Begoña: Helena, los sesgos nos ayudan un poco a adaptarnos a la vida, por lo menos a llevar una vida menos complicada o más cómoda o ¿lo bueno es tener ese pensamiento crítico para evitar sesgos y errores?
Helena: Sí, claro. A ver, los sesgos muchas veces nos evitan pensar. Antes ponía el ejemplo del león que tienes que salir corriendo antes de ponerte a pensar, tú tienes ahí cuatro manchas en la maleza, y tú, por si acaso, sale corriendo, ¿no?
Begoña: Eso es.
Helena: Claro, eso te lleva a que en el día a día también, bueno, yo pueda ser capaz de detectar, pues a un amigo al final de una calle que está llena de gente, pero a lo mejor solamente veo el brazo o la forma de moverse. Y digo hombre, mira, ahí está fulano. Y eso es bueno, esa es la parte positiva del sesgo. Que en realidad lo solemos llamar eurítmico porque es como un atajo cognitivo, sin tener todos los datos yo puedo sacar una conclusión muy rápida, esa es la parte positiva. Nos ayuda a adaptarnos, claro que sí, pero claro, muchas veces cometemos errores. Esa es la parte mala. Entonces, cuando nos ayuda a adaptarnos, evitamos ganar muchísimo tiempo de reacción que muchas veces en la vida es fundamental. Si cada decisión tuviéramos que pensarla y tener todos los datos y todos los pros y todos los contras, pues es que no avanzaremos en la vida. Pero bueno, pues utilizamos lo que son atajos de pensamiento y el eurítmico a veces nos lleva al sesgo, que es el error.
Begoña: Decíamos cuando te presentábamos, Helena, que investigación, es también entre las relaciones humanas con la inteligencia artificial. La inteligencia artificial también tiene sesgos porque son los propios sesgos de quien programa esa inteligencia artificial.
Helena: A ver la inteligencia artificial sí tiene sesgos y cada vez está más claro el por qué los tiene. Bueno, pues hay muchos motivos por los que puede tenerlos. Uno de ellos es el que has dicho tú, pues que el programador está sesgado e introduce sus propios sesgos. Vale, es una opción, pero no en todos los casos se debe a eso. Muchas veces se debe a estas inteligencias que están aprendiendo de datos que se les dan o hay inteligencias artificiales que las sueltan en Internet para que aprendan en redes sociales o lo que sea. Entonces, a lo mejor está muy bien programada, pero tú sueltas a una inteligencia artificial en Twitter y, Twitter es lo que es, entonces va a aprender inmediatamente. De hecho, ha pasado, ya hay una, creo que la de Microsoft, que hace unos añitos, pues inmediatamente se volvió racista y machista. Y se ponía a insultar a los usuarios y la tuvieron que apagar. Entonces en este caso no eran los sesgos del que la había programado, sino los sesgos que había en El Mundo, en Twitter y bueno, en Twitter o donde sea. También ha pasado otra inteligencia artificial que creo que la ha usado a la pretendida usar Amazon para selección de personal, que la verdad es que cada vez se están utilizando más para la selección de personal. Y a menudo se ha detectado que desarrollan sesgos de género y discriminan a las mujeres. ¿Y por qué? Pues no porque estén programadas, no porque el programador haya sido un machista y ha metido ahí su sesgo machista, sino porque, como están aprendiendo en este caso vamos a suponer que entran las compras de una empresa para utilizarla en selección de Perú. Le da la base de datos de empleados que tiene la empresa y entonces tiene que sacar de ahí la información, tiene que aprender cuál es el empleado exitoso en esa empresa. Entonces, la inteligencia artificial va aprendiendo a partir de esa base de datos y descubre que la gran mayoría de los empleados en puestos directivos son hombres, claro. ¿Qué conclusión va a sacar? Pues que tiene que contratar hombres. Entonces lo que está ocurriendo en general es que están. Los sesgos del mundo. Bueno, ahí hay varias opciones, una es: de alguna manera meter correcciones en la inteligencia artificial para que, a pesar de que detecte sesgos en El Mundo, los corrija. Con lo cual estaríamos fomentando en este caso la contratación de mujeres, a pesar de que haya una mayoría de hombres en la empresa o precisamente por eso. Bueno, y la otra opción, pues también sería muy bastante mejor arreglar primero El Mundo. La inteligencia artificial nos está ayudando a detectar esos sesgos que tenemos en El Mundo, esos sesgos que debemos arreglar primero y si de verdad conseguimos una sociedad igualitaria, una empresa igualitaria, etcétera. Tú ahí puedes meter una inteligencia artificial que va a aprender. Una relación de igualdad, pues el problema aquí no está en la inteligencia artificial, sino en los datos que le da.
Begoña: ¿En el propio mundo? Bueno, pues mientras arreglamos El Mundo, que es la opción que más le gustaría, Helena Matute, sí podemos decir especialmente a la gente más joven, para que aprenda a identificar esos errores y esos sesgos, pues lo que hemos venido diciendo a lo largo de la charla, ¿no? Helena, ser conscientes de que cometemos esos errores, recurrir a la ciencia y leer mucho, yo creo que serían un poco los 3 pilares, las 3 maneras de salir de esos sesgos.
Helena: Si efectivamente no lo habíamos mencionado, pero la lectura es fundamental porque te abre la mente, ¿no?
Begoña: Bueno, pues vamos a abogar por eso, por fomentar también la lectura y por ahí enseñarnos a pensar, no que yo creo que eso también requiere un aprendizaje.
Helena: Sí requiere aprendizaje, requiere esfuerzo, entonces yo creo que si somos conscientes de que cometemos esos errores porque los cometemos todos. Tenemos que esforzarnos en cuando algo sea importante en la vida. Tenemos que pensarlo dos veces, darle una segunda pensada a ver si a ver si cabe otra reacción, a lo mejor tenemos una reacción, una respuesta instintiva, pero tenemos que pensar. Cuidado que esto es importante y puede que haya una opción mejor, puede que me esté equivocando. Entonces por una parte, es leer mucho como tú has dicho para abrir más la mente, tener otras opciones en mente para no ir tan con el piloto automático todo el día. Y bueno, yo creo que todo lo que sean clases, meterse en cursos de pensamiento científico, de metodología científica, de desarrollo, todo eso es bueno, independientemente de a qué te vayas a dedicar. O sea, por mucho que tú digas no, no, yo quiero dedicarme a las letras, sí, pero en la vida te va a venir muy bien saber corregir esos errores de pensamiento que tienes.
Begoña: Pues Helena Matute, muchísimas gracias por habernos dado tantas claves sobre cómo educar en el pensamiento crítico frente a esos sesgos. Helena Matute es catedrática de Psicología experimental en la Universidad de Deusto. Es directora del laboratorio de Psicología Experimental. Autora de muchísimas publicaciones científicas y libros en torno a los sesgos y al pensamiento. Helena Matute, muchísimas gracias por estar en este episodio de educación, ciudadanía y bienestar digital, el podcast de PantallasAmigas. Gracias.
Helena: Muchísimas gracias a vosotros.
Educación, ciudadanía y bienestar digital, un podcast de pantallas amigas presentado por Begoña Beristain.