El debate y la polémica que en el Reino Unido despiertan los webs donde se facilita información sobre suicidio, ha llevado al gobierno a promover en el parlamento una ley para prohibir dichos webs.
Según sus promotores, quienes naveguen en Internet han de saber que la ley contra la asistencia en el suicidio se aplican tanto en la vida real como en la red.
La lucha contra estos webs se enmarca en el peligro que los promotores de la ley constatan tras el suicidio de la joven Imogen D’Arcy. «No puede estar bien que jóvenes influenciables como Imogen, accedan a estos webs en los que se facilita información sobre cómo acabar con su vida», declara el parlamentario liberal Greg Mulholland.