El 15% de los padres considera que su hijo ha accedido a contenidos sexuales alguna vez cuando navegaba. Sin embargo, los menores confirman que han accedido en un 30% de ocasiones. Se concluye que los padres han de aumentar su conocimiento sobre las formas y circunstancias en las que los menores pueden interrelacionarse con potenciales acosadores.
Cuando los padres son cuestionados sobre qué riesgos les preocupan más, el 30%, es decir, uno de cada tres, Así, lo que consideran más grave los padres son aquellas situaciones que tienen algo que ver con acoso sexual, o grooming. Sin embargo, el riesgo que en más ocasiones dicen conocer y que es más habitual, es el del uso abusivo o adicción, bien a Internet o a los videojuegos.
Los datos del informe, elaborado con 1.250 encuestas a menores de entre 10 y 16 años, pone de manifiesto el hecho de que tanto menores como adultos se sienten perdidos a la hora de reaccionar frente a un riesgo que se presenta. Carecen de criterio y protocolo de actuación en la inmensa mayoría de los casos. Desde PantallasAmigas indican que “es un asunto nuevo y cambiante, no hay experiencia ni cultura al respecto en la sociedad”.
Mientras los padres creen, en un 31%, que sus hijos les confiarían un problema que hubieran tenido en la red, sólo un 1% de los menores se dirigiría a sus padres.
El 50% de los menores considera un peligro real que los adultos se hagan pasar menores, tanto en los chats, como en las redes sociales. Los menores perciben con más claridad respecto a sus padres que el ciberbullying puede ser una amenaza. Según se extrae de los datos del informe, por cada ciberacosador habría dos víctimas.
«La educación y la difusión de pautas seguras de actuación siguien siendo claves para proporcionar a todos, menores y adultos, un uso seguro de las tecnologías de la Comunicación», señala Jorge Flores, coordinador de PantallasAmigas.
Fuente: pantallasamigas.net