La red social anónima Yik Yak, una especie de foro formado por usuarios físicamente próximos que pueden publicar y leer los contenidos de forma anónima, tuvo que interrumpir temporalmente la distribución de su app en la ciudad norteamericana de Chicago debido a los graves problemas de convivencia que se habían generado.
Con un número máximo de participantes en cada grupo de 500 personas, todos ellos físicamente cerca, Yik Yak fue diseñado por y para estudiantes universitarios, por lo que su adopción en centros escolares con alumnos adolescentes no tardó en cuajar. En estos centros educativos la app encontró a un público objetivo que desde hace tiempo viene usando herramientas similares y por tanto Yik Yak les vino como anillo al dedo, permitiendo crear redes sociales ad hoc que ponen en contacto y de forma anónima a amigos, enemigos y desconocidos de un mismo centro educativo.
Yik Yak se autodefine como un muro social anónimo para cualquier cosa y para todo, y ése es precisamente su mayor problema ya que anima a debatir y discutir sobre cualquier cosa con slogans como “Lo que pasa en Yik Yak se queda en Yik Yak”, haciendo guiño a la famosa frase que anima a los visitantes de la ciudad de Las Vegas a no tener que contar las aventuras y desventuras vividas en ella. Yik Yak, por tanto, promete a los usuarios una privacidad e impunidad que realmente no poseen, y que les lleva a comportarse como si no hubiera consecuencias, legales o éticas, de sus acciones.
Esto ha llevado a que muchos de sus usuarios hagan un mal uso de ella difundiendo rumores, insultos o incluso amenazas de bomba que han creado grandes problemas a los centros educativos. Los usuarios se sienten impunes al creer que no es posible saber la procedencia de los mensajes, pero ya ha habido arrestos por parte de la policía de adolescentes y jóvenes que lo usaron para acosar y cometer delitos online tales como coacciones, amenazas o delitos contra la integridad moral.
Ante tales problemas de convivencia escolar, muchas escuelas han tomado medidas y viendo que la app viola sus políticas y protocolos anti-ciberbullying han optado por prohibir el uso de los smartphones dentro del centro escolar. El problema ha afectado a tantas escuelas de Chicago que su distribución se vio interrumpida en esa ciudad por los propios desarrolladores de la app, hasta modificar la app lo suficiente como para evitar problemas futuros.
Yik Yak ha demostrado nuevamente que hay adolescentes que no tienen la madurez necesaria para tener en sus manos una herramienta que cuenta con el privilegio de poder comunicar causando tanto impacto de forma anónima. Su sistema para votar de forma positiva o negativa los comentarios más populares está llevando a que se premien más aquellas historias dañinas o negativas, y este hecho, junto la posibilidad de poder publicar de forma anónima parece haber llevado a adolescentes a escribir mensajes especialmente dañinos, convirtiéndolo en una potente herramienta para el ciberhostigamiento.
Algunas páginas de PantallasAmigas con recursos educativos y preventivos:
http://www.proteccionprivacidad.com
http://www.prevencionciberbullying.com