• En España, los adolescentes ven pornografía por primera vez a los 12 años y casi 7 de cada 10 (el 68,2 %) la consumen de forma frecuente.
  • Más de la mitad de los y las adolescentes que ven contenidos pornográficos se inspiran en ellos para sus propias experiencias y el 30 % reconoce que es su única fuente de información sobre sexualidad.
  • Un 15 % del alumnado en España asegura no haber recibido ni una hora de educación sexual en su historia escolar.
Informe (Des)información sexual: pornografía y adolescencia

Informe (Des)información sexual: pornografía y adolescencia

Los y las adolescentes ven pornografía por primera vez a los 12 años y casi 7 de cada 10 (el 68,2 %) consumen estos contenidos sexuales de forma frecuente (lo han hecho en los últimos 30 días). Este consumo se produce en la intimidad (93,9 %), a través del teléfono móvil, y se centra en contenidos gratuitos online (98,5 %), basados de manera mayoritaria en la violencia y la desigualdad.

Así lo revela el informe (Des)información sexual: pornografía y adolescencia que ha elaborado Save the Children a partir de una encuesta a 1.753 jóvenes entre 13 y 17 años en el año 2020. El informe tiene el objetivo de estudiar el consumo de contenidos sexuales entre la población adolescente y el impacto que estos tienen en sus relaciones y su desarrollo.

Además de arrojar luz sobre este asunto, el estudio recoge una serie de recomendaciones sobre cómo abordar la sexualidad para las familias, los profesionales de la educación y de la salud y la propia población adolescente.

Las relaciones entre iguales, clave en la iniciación del consumo

Según el informe, las relaciones en grupo entre compañeros y compañeras son clave en la iniciación al consumo: el 51,2 %, accede mediante el intercambio entre sus amistades de fotos o vídeos por WhatsApp o redes sociales.

También se dan otras realidades: para un 28,5 % (principalmente chicos), la primera toma de contacto responde a una búsqueda activa, mientras que un 17,4 % (en su mayoría chicas), se ha encontrado con estos contenidos de forma accidental mientras navegaba por Internet. Para el 30 % de los y las adolescentes la pornografía es el único recurso para aprender sobre sexualidad y casi la mitad de las personas encuestadas echa en falta tener más información sobre cuestiones afectivo-sexuales.

Principales fuentes de acceso a la pornografía:

  • Acceso por grupo de iguales (51,2 %).
  • Acceso a través del cine y la televisión.
  • Acceso por anuncios.
  • Acceso a través de un familiar.
  • Acceso a través de personas desconocidas (0,4 %).
  • Acceso por búsqueda activa (28,5 %).

Frecuencia de consumo de pornografía

La pornografía es algo presente en las vidas de los y las adolescentes: el 68,2 % ha visto pornografía en los últimos 30 días, llegando a consumir ellos el doble que ellas (81,6 % y 40,4 % respectivamente). Los chicos confirman que buscan este tipo de material casi a diario. Las respuestas de las chicas expresan variaciones entre el consumo semanal o mensual.

Falta de capacidad crítica para distinguir realidad de ficción

Siguiendo con el punto anterior, el 52,1 % de quienes reconocen hacerlo frecuentemente confirma que esto ha influido mucho o bastante en sus relaciones sexuales, mientras que un 36,8 % no es capaz de distinguir la ficción en lo que ve. El 38 % no encuentra en ella desigualdad y premia los vídeos en los que existen jerarquías de poder. También destaca que el 27,1 % de las chicas no sabe identificar prácticas de riesgo como la ausencia de preservativo.

La violencia en los contenidos de pornografía

La gran mayoría de adolescentes coincide (72 %) en que la pornografía es a veces violenta. Las chicas y adolescentes con género no binario afirman con mayor seguridad que el contenido es violento. Sin embargo, quienes consumen con menos frecuencia pornografía confirman que hay violencia con mayor rotundidad.

¿Crees que los contenidos que muestra la pornografía son a veces violentos?

Infecciones disparadas

Según el Estudio sobre las Conductas Saludables de Jóvenes Escolarizados que el Ministerio de Sanidad publica cada cuatro años —y cuya última actualización fue en 2018— la sífilis, la gonorrea o la clamidia han aumentado un 54 %, 160 % y 243 % respectivamente.

El informe ha descubierto que casi la mitad de la población adolescente (el 46,1 %) no utiliza siempre métodos de protección y que el 13,7 % no lo hace nunca o casi nunca. Asimismo, el 13,8 % de quienes han visto pornografía han entrado en contacto, al menos una vez, con una persona desconocida con fines sexuales a través de Internet.

Prácticas nocivas, violencia y desigualdad

El estudio también revela que el 54,1 % de los adolescentes, en su mayoría los chicos, cree que la pornografía da ideas para sus propias experiencias sexuales y al 54,9 % le gustaría poner en práctica lo que ha visto, frente al 47,4 % que confirma que ha llevado alguna escena a la prácticaSave the Children considera especialmente preocupante este último dato, «cuando intentan imitar lo que ven, no siempre solicitan consentimiento previo a su pareja».

El 12,2 % de los chicos lo ha hecho sin el consentimiento explícito de la pareja y sin que a esta le haya parecido bien, frente al 6,3 % de las chicas.

Educación afectivo-sexual en los colegios

El texto considera »urgente» hacer obligatoria la educación afectivo-sexual en los colegios para que los jóvenes puedan tomar decisiones en relación con su vida sexual basadas en la información fiable y en los hechos.

La educación sexual en España es escasa porque las clases de esta materia no son obligatorias, señala el informe. Según la encuesta, en los últimos dos años, más de la mitad de los participantes han recibido menos de 10 horas de formación de este tipo en su centro escolar. En el otro lado, aquellas personas que han recibido más de nueve horas educación afectivo-sexual usan métodos de protección con más frecuencia.



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