El sociólogo portugalujo Daniel Muriel publica el libro “Identidad gamer”, en el que disecciona la cultura del videojuego como elemento aglutinador y diferenciador en cuatro distintas categorías. Luca Carrubba, quien escribe el prólogo, destaca “la forma de introducir conceptos muy densos […] en un lenguaje ordinario”.
Identidad Gamer, Videojuegos y construcción de sentido en la sociedad contemporánea de Daniel Muriel
Daniel Muriel
Daniel Muriel es Doctor en Sociología y ha trabajado como investigador y docente en varias universidades en España, Reino Unido y Argentina. Daniel posee una gran experiencia en temas relacionados con la identidad, la cultura digital y los videojuegos. Ha publicado cerca de cuarenta artículos y capítulos de libro en revistas y editoriales de prestigio internacional, además de casi sesenta colaboraciones para prensa y otros medios especializados.
Actualmente imparte clases en el Máster en Diseño Narrativo y Estudios de Videojuegos de la URJC y le han concedido una ayuda del Ministerio de Cultura para la creación literaria dentro de la modalidad ensayo con el objetivo de llevar a cabo un proyecto sobre la videoludificación de lo social. Aparte de su producción académica, también crea contenidos y organiza eventos para instituciones públicas y privadas como Tabakalera, Fundación la Caixa, o Fundación Telefónica.
Es autor del libro Identidad Gamer (AnaitGames, 2018; 2ª ed. 2021), coautor de Video Games as Culture (Routledge, 2018) y Un mes en Tinder siendo mujer gamer (Applehead Team, 2021), y editor del libro Tecnología digital y nuevas formas de ocio (Universidad de Deusto, 2017).
Identidad Gamer
Los videojuegos son ya la industria de ocio que reúne más seguidores en el mundo y mueve más dinero. En los últimos datos presentados por la Asociación Española de Videojuegos (AEVI), se refleja que en 2021 el consumo de videojuegos facturó 1.795 millones de euros en España, un 2,75 % más que el ejercicio anterior.
Identidad Gamer, Videojuegos y construcción de sentido en la sociedad contemporánea
¿Cómo afectan los videojuegos en nuestras vidas cotidianas?, ¿Son cultura?, ¿Es posible construir un sentimiento de pertenencia a partir de ellos? El libro de Daniel Muriel, Identidad gamer, responde estos interrogantes además de arrojar luz sobre cómo las comunidades de videojuegos generan identidad, o cómo tienen problemas para generarla, y qué nos puede decir esto sobre la construcción de sentido en las sociedades contemporáneas. Para su autor “es un tratado sobre la sociedad actual y sus problemas, particularmente, sobre la construcción de sentido en el mundo contemporáneo”.
Tras el primer capítulo introductorio “Experimento Gamer” en el que el autor recoge no solo la particularidad y potencialidad del objeto de estudio, sino la manera de desarrollar el proyecto, Muriel se adentra en la categoría de “Hardcore Gamer o Gamer subcultural”. Esta categoría es quizá la más extendida en el imaginario colectivo, la primera imagen que se nos aparece en la mente cuando se menciona la palabra gamer, es la de un “jugador totalmente dedicado a la práctica de jugar a videojuegos”, el autor nos recuerda que esta categoría, impregnada de dicho imaginario, es “restrictiva y excluyente”.
El segundo capítulo refleja la figura del “casual gamer”, en este caso el jugador no cumple con los mismos requisitos ni se identifica con ellos como posible fuente de reconocimiento, resaltando una menor “implicación” con el juego, pero también una menor “inversión monetaria”. Se presenta, por tanto, como una formula distinta de acercarse al videojuego. “es una definición de gamer que comienza por resquebrajar y cuestionar la propia idea de gamer”, señala Muriel.
Una tercera posibilidad atiende al videojuego como una cultura, más que como simple entretenimiento, elemento competitivo o tecnología de vanguardia. Se habla así de un “gamer como foodie-connoisseur”, buscando distinguirse de las figuras anteriores.
“Hay un montón de gente que sólo juega a Call of Duty y ya dicen que son un hardcore gamer. (…) Es como decir «yo como en McDonald’s, soy un foodie»”
La cuarta categoría es parecida a la anterior, pero con una sutil diferencia: el (no-)gamer cultural-intelectual no tiene por qué identificarse como gamer y además establece una distancia con el videojuego como medio; lo analiza, lo estudia, y se acerca a él desde un punto de vista crítico. Esto englobaría a periodistas culturales, académicos, investigadores, críticos y artistas.
El libro también recoge ciertos colectivos expulsados de las representaciones hegemónicas. Muriel habló con miembros de los proyectos Gaymer.es y Todas Gamers, dos páginas españolas centradas en dar visibilidad al colectivo LGTB y las mujeres, respectivamente.
El prólogo de Identidad gamer está escrito por Luca Carrubba, presidente de Arsgames España, y la portada es de Santa Suki.
Índice
- Prólogo (Luca Carrubba)
- Introducción:
Presentación del «experimento gamer» - El gamer prototípico:
Hardcore gamer o gamer subcultural. - Rompiendo la figura monolítica del gamer:
Casual gamer. - El gamer como foodie-connoisseur:
El videojuego como cultura - El (no-)gamer cultural-intelectual
- El acertijo gamer
- (Re)apropiaciones gamer:
El caso de Todas Gamers y Gaymer.es - Conclusión:
La identidad gamer en la era de la postidentidad - Agradecimientos
- Bibliografía
El libro pertenece a la editorial AnaitGames y está disponible en Amazon, Identidad gamer: Videojuegos y construcción de sentido en la sociedad contemporánea – [ISBN: 978-8494702945]
