• Un estudio realizado por doctores e investigadores de China y Australia afirma que «Los videojuegos ayudan a mejorar las habilidades cognitivas y a regenerar materia gris».
  • Otra investigación, realizada por la Universitat Oberta de Catalunya, revela que «Los videojuegos son una receta perfecta para fortalecer nuestras habilidades cognitivas, casi sin darnos cuenta».

videojuegos mejoran las habilidades cognitivas

«Los videojuegos ayudan a mejorar las habilidades cognitivas y a regenerar materia gris»

La revista científica Nature publicó un estudio en abrir de 2015, en el que afirman que «un uso continúo y responsable de videojuegos sería capaz de incrementar la masa gris en nuestro cerebro, la cual nos ayuda a realizar procesos complejos a una mayor velocidad y eficacia».

El estudio realizado por doctores e investigadores de la Universidad China de Ciencia y Tecnología Electrónica en compañía de miembros de la Universidad Macquarie de Australia, puso en prueba a 27 jugadores expertos en videojuegos (algunos profesionales de los videojuegos «Dota 2» y «League of Legends») frente a 30 jugadores casuales en un periodo de varios meses.

El equipo de científicos se fijó en una región muy específica del cerebro, la llamada ínsula o córtex insular, una parte muy grande, que está relacionada con los procesos lingüísticos de la persona y de otros elementos muy importantes en nuestro día a día, como las emociones y sentimientos, y otros aspectos relacionados con el olor, el sabor o incluso la necesidad de comida y agua.

Gracias a este estudio, y a través de fotografías y escáneres en 3D, habrían probado que la ínsula de un jugador profesional tendría una conectividad neuronal más sólida y mejorada y un mayor índice de materia gris. Esta materia, es la que define y controla básicamente cualquier función de nuestro cerebro, sería mucho más densa y mayor en una persona aficionada a los videojuegos que una que no tiene un acercamiento constante a los mismos.

«Jugar de niño a videojuegos mejora las habilidades cognitivas, incluso años después».

Según otra investigación, esta vez realizada por la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), publicada en junio de 2020, en la revista científicaFrontiers in Human Neuroscience en la que participaron 27 personas de entre 18 y 40 años con y sin ningún tipo de experiencia con los videojuegos.

El estudio reveló algunos de los cambios cognitivos que se producen en los niños y niñas al jugar a videojuegos, como la mejora de la memoria de trabajo o la retención y manipulación rápida de datos, que además pueden extenderse hasta años después de dejar de jugar.

En la investigación, de un mes de duración, se analizaron las habilidades cognitivas tres veces: antes de empezar un entrenamiento con videojuegos, al terminarlo y 15 días después. El juego utilizado fue el Super Mario 64 de la consola Nintendo.

«Las personas que eran ávidas jugadoras antes de la adolescencia, a pesar de que ya no jugaban, realizaban mejor las tareas de memoria de trabajo, que requieren sujetar y manipular mentalmente la información para obtener un resultado». «En cambio, aquellos que no tenían experiencia temprana eran más lentos» y «no se beneficiaban de una mejora al procesar e inhibir estímulos irrelevantes» afirma Marc Palaus, doctor de la UOC, en declaraciones citadas por Neuroscience News.

«Los videojuegos son una receta perfecta para fortalecer nuestras habilidades cognitivas, casi sin darnos cuenta».

No obstante, el doctor, subraya que estas mejoras sólo tienen un efecto limitado en el desempeño de otras actividades no vinculadas a los videojuegos, como es el caso de la mayoría de los entrenamientos cognitivos. Palaus añade que «las personas que jugaron regularmente de niños tuvieron un mejor rendimiento desde el principio en el procesamiento de objetos tridimensionales, aunque estas diferencias se mitigaron después del período de entrenamiento en videojuegos, cuando ambos grupos mostraron niveles similares».

«Los videojuegos mejoran la atención, la percepción, la memoria y el ‘multitasking'».

El doctor Diego Redolar Ripoll es profesor de Neurociencia y Psicobiología y Vicedecano de Investigación de los Estudios de Ciencias de la Salud de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC). Es también codirector del Cognitive Neurolab. En febrero de 2020 analizó los mecanismos neurales subyacentes en los videojuegos en su conferencia «El cerebro lúdico» que formó parte del ciclo adscrito a la exposición Gameplay.

“Los videojuegos de acción o plataformas, con entornos 3D, facilitan la atención, la percepción y la cognición espacial y las funciones ejecutivas”, dice el investigador. Es decir, que los videojuegos a menudo más maltratados por los medios, como Grand Theft Auto, o Call of Duty, incluso Resident Evil, cualquier videojuego en el que haya una presencia en peligro en la pantalla, está activando y desarrollando partes del cerebro que pueden ser de utilidad en el día a día. El peligro no tiene por qué ser violento. Videojuegos de plataformas como Super Mario Bros, Donkey Kong o Rayman, producen el mismo efecto. Unos y otros, “modifican la función y la estructura del sistema nervioso”, apunta Redolar.

“De la misma manera que un niño de cuatro años podrá aprender un segundo idioma y desarrollar un acento perfecto, gracias a la plasticidad del cerebro a esa edad, alguien que ha jugado a videojuegos antes de los 14 años tendrá más facilidad para desarrollar ciertas habilidades si estimulamos sus neuronas que los que no lo han hecho. Incluso aunque hayan de jugar en su edad adulta”, explica Redolar, que sin embargo no esconde que todo eso tiene también un lado oscuro.



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