(Entrevista realizada por Aurora Moya para la revista Niños de hoy.)
¿Cómo surgió la idea de crear PantallasAmigas?
PantallasAmigas tuvo su origen en un incidente casual. En el marco de un proyecto educativo online dirigido a la infancia por parte de Fundación EDEX creamos un foro abierto para que los niños pudieran ponerse en contacto y compartir cosas. Pasado un tiempo, descubrimos que allí había algunos comentarios inadecuados. Era el año 2003, cuando al Red ya empezaba a estar presente en aulas y hogares. Así pues, descubrimos el lado menos agradable de la Red justamente cuando tratábamos de explotar sus bondades y posibilidades para la educación.
¿Quiénes fueron sus impulsores y que fines persiguen?
PantallasAmigas ha contado con el apoyo de Fundación EDEX, entidad con más de 30 años de trayectoria a favor de la infancia y la adolescencia. También recibe el consejo de Integral de Medios, consultora especializada en tecnología y educación.
Los fines pueden sintetizarse en dos:
– Fomentar le uso seguro y saludable de las TIC por parte de los menores.
– Impulsar el desarrollo de una ciudadanía digital responsable.
¿De qué modo asesoran a familias y docentes para el buen uso de las nuevas tecnologías por parte de los menores?
Tratamos de apoyar a las familias, al mundo educativo y a la sociedad en su conjunto de muy diversas maneras. Desarrollamos materiales educativos, impartimos charlas, publicamos artículos, organizamos encuentros de expertos, investigamos, impulsamos líneas de intervención pública, participamos en estudios…el resultado se puede ver en algunas páginas web que hemos creado como lugar de información y sensibilización. También disponemos de canales de comunicación abiertos y anónimos para la recepción de consultas que tratamos de atender a la mayor prontitud. Ya en el primer ciclo de primaria los escolares comienzan a trabajar con Internet en muchos colegios y en quinto, su uso es habitual para las tareas escolares. Eso lleva a la familia a plantearse la compra de un ordenador para su hijo.
¿De qué modo hay que ir preparando a los niños como prevención ante los peligros que puedan venir vía Internet?
En las edades más tempranas, hasta los 9 años, es recomendable iniciar a los menores de la mano, navegar juntos, desarrollando el espíritu crítico que luego van a tener que aplicar cuando se enfrente a nuevos retos en solitario. También sirve de ayuda el uso de software de control parental que nos va a ayudar a filtrar contenidos inadecuados, a supervisar los lugares de navegación y a controlar qué tipos de herramientas y aplicaciones se están usando, al margen de poder programar, llegado el caso, el horario posible de uso de Internet. Iniciarles en la navegación ayudará a que recurran a nosotros cuando
tengan problemas, un gran reto que se ha de lograr.
¿Desde qué edad y cómo? ¿Qué mensajes hay que transmitir según las distintas edades?
No hay edades prefijadas ni dos niños iguales. Suele influir mucho la existencia de un hermano o hermana mayor, lo que acelera la incorporación, la hace más precoz. Si se realiza una supervisión estricta, no hay pega en que se inicie partir de los 7 años. La esencia de los mensajes puede ser la misma a todas las edades, si bien tiene mayor aplicación o sentido dependiendo del caso. Podríamos tratar de hacer un decálogo para no extendernos y aunque el lenguaje y el canal sería distinto, se puede plantear así:
1) Ante cualquier problema, recurre sin pensarlo a la ayuda de un adulto. No importa lo que haya pasado, sino que salgas del lío.
2) Nunca cedas a un chantaje porque el problema se hará cada vez más grande.
3) Nunca muestres ni mandes una imagen comprometedora pensando que nadie más va a tener acceso a ella.
4) No accedas a provocaciones ni reacciones en caliente. Evita los conflictos.
5) Mantén tus datos personales protegidos y sé cuidadoso con la privacidad de los demás. No proporciones tu imagen fácilmente.
6) Nunca te cites con nadie conocido en la Red sin pedir permiso en casa.
7) Desarrolla el espíritu crítico. Muchas personas y cosas en la Red no son tal como se presentan.
8) Mantén el ordenador libre de software malicioso ya que puede ponerte en peligro.
9) No compartas tus contraseñas y cámbialas de vez en cuando.
10) Compórtate siempre con educación y respeto. No hagas online nada que no harías cara a cara. Nadie es del todo anónimo en la Red y nos van a pedir cuentas.
En cuanto al aparato en sí, ¿qué consejos básicos daría a los padres?
Lo principal es un ordenador que, con el uso, no nos cause problemas. Para ello, por cuestiones ergonómicas, son mejores los de sobremesa que los portátiles. Hay que tener en cuenta también el lugar en el que se coloca en el hogar (debe ser público, pero también adecuado) y su orientación con respecto a las ventanas (ni de frente, ni de espaldas). La webcam no es un recurso necesario y, sin embargo, suele ser fuente de problemas. Por último, debe ir equipado con un sistema de protección frente al software malicioso (malware: virus, troyanos, gusanos, spyware…) porque pueden poner en peligro la integridad del menor, dado que pueden posibilitar el robo de claves que den lugar a situaciones de chantaje y acoso.
Comentan en sus recomendaciones que quizás sea deseable que el ordenador sea de uso familiar compartido frente a un uso privado del niño. ¿Qué ventajas presenta esta opción? Y si no es posible porque otros miembros de la familia precisan del PC para su actividad, ¿qué consejos de control nos puede sugerir?
Un ordenador común obliga, de entrada, a compartir y a acotar y estructurar su uso. Además, de esa forma es más fácil consensuar la intensidad y momentos de utilización por parte del menor. Cierto es que no siempre es posible, pero sí recomendable, sobre todo con los niños y preadolescentes. Cuando no sea una opción válida, quizás el software de ayuda mencionado antes pueda ser útil.
El uso del Messenger es habitual entre escolares a partir de los diez y once años. Tanto en este caso como en el del uso de otras herramientas de relación que ofrece la red, ¿qué propuestas de prevención, información al niño y control consideran oportunas?
No compatir la clave y cambiarla de vez en cuando, además de tener libre de virus el equipo para que no sea robada. No agregar a quienes no se tenga como gente de confianza. En ocasiones, los amigos de los amigos, resultan no ser amigos de nadie. Pensar bien qué información se publica y quién puede acceder a ella.
Sobre los videojuegos. ¿A qué edad es recomendable que un niño tenga su primera consola, Nintendo o similar? ¿Qué deben saber los padres sobre este tipo de juegos y como deben controlar su uso?
Los videojuegos proporcionan muchas posibilidades de desarrollo, son un instrumento magnífico. En ese sentido, siempre que el juego sea adecuado a la edad y que el tiempo empleado en el mismo sea moderado, no habría límite de edad. Los padres deben, por un lado, controlar la intensidad de uso, el tiempo que emplean, que no debiera exceder las dos horas al día y que debe incluir descansos periódicos. Por otro, prestar atención al contenido y adecuación de los juegos y para ello está el código PEGI.
En cuanto a los juegos online y el código POSC. ¿Qué ocurre cuando éste código no está presente? ¿Qué deben saber los padres?
Supone que no tenemos ninguna garantía de supervisión y que nos podemos encontrar cualquier cosa. A veces no hay problemas, pero en otras ocasiones puede haberlos. Yo diría a los padres que prestaran atención a las relaciones que sus hijos establecen en el contexto de los juegos online. No hay que bajar la guardia porque sean juegos, no son diferentes a las que se pueden establecer, con cualquiera, en Internet, ya que funcionan en buena medida como redes sociales.
¿Puede explicarnos qué es el sexting y de qué modo se ha introducido ya entre los adolescentes españoles?
Sexting se da cuando se envían imágenes (fotografías o vídeos) de alto contenido sexual por medio del teléfono móvil. Es un fenómeno con amplia incidencia en varios países lo que nos induce a pensar que en España tendrá repercusión. Simplemente son adolescentes que se divierten haciéndolo sin pensar en las consecuencias y riesgos, algo propio de esa edad, por otro lado.
¿Cómo hay que preparar a los niños para que eviten proporcionar sus imágenes en Internet o mediante los teléfonos móviles?
Si se trata de imágenes “fuertes” pueden estar implicados en delitos de pornografía infantil (producción, tenencia o distribución) y, aunque sean menores, pagarían las consecuencias previstas por la Ley. Por otro lado, una imagen que sale del propio móvil o equipo se convierte en irrecuperable y, por lo tanto, no se puede controlar quién ni cuando la puede estar viendo. Si acaba en la Red, el daño puede ser irreparable por cuanto afecta a la imagen e integridad de quien aparece y puede ser motivo de un linchamiento público muy doloroso.
¿Cómo deben valorar los padres en qué momento es oportuno que su hijo tenga un teléfono móvil? ¿Cómo actuar en este caso?
No es fácil saber cómo, pero sí es fácil descartar cuándo no: nunca la presión social debe ser el patrón. Por otro lado, en la edad preadolescente el terminal ya es un elemento identitario y de inclusión. A la vez, es preciso inculcar el consumo responsable asociado tanto a llamadas y servicios como al coste del propio terminales, que no ha de ser último modelo ni disponer de todas las opciones, entre ellas, el acceso a Internet. También cabría dedicar un tiempo a saber qué posibilidades proporciona la operadora o el propio teléfono para que su uso se ajuste a nuestras necesidades y expectativas, y no tanto a las del menor o las compañías telefónicas. Además, sobre la mesa está el asunto de la nocividad de las radiaciones en menores que aún no se han desarrollado lo suficiente, lo cual que no es un tema menor.
¿Observan un menor interés por la lectura convencional en estos niños que inevitablemente pertenecen a un mundo dominado por otras tecnologías (Internet, videojuegos, etc)?
Las tecnologías no están reñidas con la lectura, pero sí es cierto que usan otros lenguajes de comunicación de forma preferente. El hábito de la lectura y el gusto por la misma pueden ser independientes de las TIC y su omnipresencia, pero sí que es cierto que mientras estos soportes tradicionales siguen siendo iguales, los destinatarios son bien diferentes. Habrá que esperar qué ocurre.
¿Piensan que su temprano aprendizaje de estos nuevos medios llevará a que el papel impreso deje paso a otros sistemas de información y ocio que para la generación de sus padres resulta aún extraña?
Por supuesto, ya está ocurriendo en buena medida. El mundo ha cambiado tanto que los adultos somos ahora en buena medida los raros.
Ya como reflexión: ¿piensa que puede ser esta la generación de ruptura con las formas convencionales (libros, diarios, revistas, cine, tv) en que hasta ahora los adultos aún estamos sumidos?
Desde luego, estas formas de acceso a la cultura y el conocimiento digitales van a verse muy mermadas tal cual las conocemos hoy. La nueva generación procesa la información de otra manera, y esa manera no casa bien con las formas más tradicionales. El lenguaje audiovisual toma un auge creciente pero el canal en el que se crea y por el que se accede ha cambiado y no es ni el aparato de televisión ni la sala de cine.