Además del Senado, el Congreso y la Asamblea de Madrid han solicitado la opinión de PantallasAmigas en diferentes aspectos relacionados con la protección de la infancia y la adolescencia en Internet.

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Jorge Flores junto a componentes de la Comisión del Senado sobre riesgos de Internet para los menores

En diciembre de 2012, el Pleno del Senado acuerda la creación de una Ponencia conjunta entre las Comisiones de Interior, de Educación y Deporte y de Industria, Energía y Turismo, para abordar el estudio de los siguientes ámbitos relacionados con la prevención y la lucha contra los nuevos delitos cibernéticos:

  1. Las medidas de prevención contra los riesgos derivados del uso de las redes sociales por parte de menores. Estas medidas han de ser aplicables desde los centros escolares  y en el ámbito educativo en general, atendiendo a la formación de los profesores y educadores.
  2. La determinación de las reponsabilidades y autocontrol de las empresas gestoras de las redes sociales en relación con el acceso de menores y la utilización de la información personal privada.
  3. Los instrumentos de que disponen las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del estado para abordar la lucha contra los nuevos delitos cibernéticos.  Así como la formación de profesionales y unidades especializadas para la lucha de este tipo delitos.

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La comparecencia de PantallasAmigas, por medio de su Director Jorge Flores Fernández, tuvo lugar el 12 de septiembre de 2013. Además de unas consideraciones previas, el grueso de la aportación de PantallasAmigas se tradujo en 18 propuestas para la prevención, 3 líneas de trabajo para la intervención y la alerta sobre 8 riesgos que se preveían con prevalencia en crecimiento preocupante. Se transcriben a continuación de manera literal.

Dieciocho propuestas para la prevención:

En el plano social, familiar y educativo:

1) Estimular la ciudadanía digital, esto es, el sentimiento de pertenencia a una comunidad y la corresponsabilidad en la misma y para con las demás personas, especialmente en lo relativo a la custodia de la privacidad ajena. Promover en este marco los valores universales cuales son la solidaridad, la cooperación, el respeto…

2) Potenciar el cuidado de la privacidad. Tan importante como el cuidado de los datos personales es el cuidado personal de los datos, un cuidado que debe ser proactivo.

3) Fomentar la necesidad de autoprotección mediante la sensibilización sobre los riesgos y sus consecuencias.

4) Considerar a los y las menores como agentes activos en la solución y no tanto como objetos a proteger. Nuestra experiencia llamada “Cibermanagers” iniciada hace más de tres años es un ejemplo claro de educación entre iguales, rotura de brecha generacional y beneficios de las prácticas de aprendizaje-servicio solidario.

5) Trabajar de forma preventiva en la disminución del daño en lo relativos a los contenidos nocivos. Es un hecho que no pueden ser evitados y, sin embargo, tampoco se ponen medios para minorar los efectos de esta exposición. No se trata con los menores pero tampoco se capacita a los mayores que les educan.

6) Advertir de forma suficiente a padres y madres sobre los riesgos y la responsabilidad que supone proveer a sus hijos de dispositivos conectados a Internet, de manera particular en el caso de las tabletas para los más pequeños o los smartphones para preadolescentes.

7) Hacer saber a padres, madres y educadores las limitaciones y las oportunidades de los diversos sistemas de control parental así como la necesidad de respetar la privacidad de los menores en tanto que son sujetos con derechos y no tanto objetos a proteger.

8) Realizar una aproximación integral en relación a los menores e Internet desde la perspectiva de la Convención de los Derechos del Niño que contempla además de la protección, la participación y la promoción de la infancia. Por otro lado, y en esta línea, tener más presente el principio del interés superior de la infancia.

9) Proporcionar a la población, personas menores pero también adultas, conocimientos suficientes para determinar la legalidad o ilegalidad de una acción en la Red puesto que de esta manera se evita la comisión de supuestos ilegales por desconocimiento, al mismo tiempo que se identifican aquellos de los que se es víctima y que habilitan una denuncia.

10) Difundir los servicios de control de conductas inadecuadas de que ya disponen algunas de las aplicaciones y redes sociales en que se producen los problemas con el fin de abordar desde ese primer momento incidencias que pueden llegar más lejos, descargando al mismo tiempo otras vías de intervención que pudieran ser en ese momento prescindibles como, por ejemplo, la policía.

11) Potenciar prácticas de parentalidad digital positiva.

12) Estimular las habilidades para la vida (definidas por la Organización Panamericana de la Salud) enfocadas al entorno digital con especial énfasis en la empatía y el espíritu crítico.

13) Fomentar el desarrollo de la resiliencia.

14) Incluir de forma clara espacios en la enseñanza formal para que la educación en esta temática se convierta en obligatoria y, por ende, posible. Existen recursos didácticos de calidad, tenemos aulas equipadas, el alumnado recibe con interés las sesiones… con estas premisas no debe haber impedimento.

15) Utilizar las bondades de la educación informal y experimentar nuevas metodologías que se adecúen a las renovadas formas de ser y vivir en la infancia y la adolescencia.

Ya en el campo de la acción policial y judicial:

16) Realizar un registro y comunicación periódica y frecuente al resto de agentes intervinientes sobre las denuncias recibidas como indicador de tendencias que permita habilitar un ciclo preventivo más eficiente y ajustado a la realidad cambiante.

Y para terminar, dos puntos con relación a la industria y la autorregulación:

17) Establecer indicadores objetivos que midan la participación y proactividad en las acciones de autorregulación de la industria de forma que su exposición pública condicione la dedicación de las compañías por su repercusión en la imagen entre la sociedad y clientes. Estos indicadores habrían de penalizar, por ejemplo, las condiciones cambiantes de funcionamiento de la plataforma que inhabilitan para tener un dominio de la misma a quienes las usan. Otro ejemplo de indicador podría ser la falta de agilidad o diligencia en los requerimientos policiales o legales.

18) Como último punto, primar mediante reconocimiento público e incentivos fiscales específicos actuaciones de empresas tendentes a paliar el reto de los riesgos en la Red: formación de empleados, patrocinios…

Tres líneas de trabajo para la intervención:

A la hora de la intervención, esto es, cuando el problema ya ha acontecido, consideramos que es importante realizar un ajuste que optimice los resultados obtenidos en lo relativo a la reducción del daño y el uso de los siempre críticos recursos policiales. Por ello, es preciso trabajar en las siguientes líneas:

1) La ciudadanía debe tener claro a quién y, no menos importante, cuándo y con qué documentación o pruebas, acudir.

2) La ciudadanía debe contar con unas expectativas que se ajusten a la realidad para que pueda obrar en consecuencia.

3) La ciudadanía debe estar capacitada para contribuir de forma activa a la resolución del problema (conservación de pruebas y datos, omisión de acciones ilegales…) y a la reducción del daño. Para ello es importante la definición y difusión de protocolos de autogestión de incidencias en los casos que, según los mismos, sean de aplicación.”

Ocho riesgos emergentes de especial consideración:

1- Ciberbullying: el ciberbullying o ciberacoso entre iguales, sin duda, es y seguirá siendo el principal quebradero de cabeza en el marco escolar pero también fuera del mismo.

2- Violencia de género digital: nos preocupa especialmente la ciberviolencia de género que se ceba en mujeres cada vez más jóvenes debido al repunte de las conductas machistas en la adolescencia. Mujeres menores son doblemente victimizadas.

3- Uso abusivo y adicción: consideramos que aumentará el uso abusivo de las tecnologías por el simple aumento de la oferta en cantidad y calidad, la reducción de los precios, el aumento de la conectividad y especialmente por la portabilidad de los terminales de acceso: tabletas, móviles, portátiles… Aquí es preciso dejar claro que no se trata de adicciones a Internet o al smartphone sino a los diferentes servicios que desde estos dispositivos se puede acceder.

4- Juegos con apuestas: dado que apenas han sido mencionados una vez, creemos que merece la pena poner de manifiesto el reto que presentan los juegos de apuestas y azar a los que acceden los menores sin ningún tipo de control.

5- Colectivos diversos en mayor riesgo potencial: otro aspecto pendiente es el de colectivos de personas que carecen de capacitación en materia de uso seguro de Internet adecuada a sus características personales. Se trata de personas menores o adultas con diversidad funcional o algún tipo de necesidad especial que, por un lado, son potenciales usuarias intensivas de Internet y, quizás también, por otro, especialmente vulnerables.

6- Videojuegos multijugador online: los videojuegos online vienen haciendo la función complementaria de redes sociales que escapan a casi todo tipo de escrutinio y regulación. Son además entornos muy dinámicos que, por su esencia y apariencia lúdica, se convierten en caladero de pedófilos debido a que tanto los propios jugadores como sus padres bajan la guardia. En estos entornos la identidad y edad de un compañero o contrincante no se considera algo importante.

7- Sextorsión: la sextorsión es un problema en clarísimo aumento. No se trata ya del chantaje de una expareja o una acción para dominar a la víctima en un caso de Internet grooming. Lo venimos advirtiendo durante meses y hoy queda escrito aquí: se trata de crimen organizado, de redes, de un negocio a escala que busca obtener dinero (300, 500 euros… depende de lo que se considere que puede disponer la persona sextorsionada). Las víctimas son, por lo general, adolescentes, jóvenes u hombres adultos de los que ha sido grabada una imagen íntima desde su propia webcam tras haber sido seducido por una falsa novia, ahora sí, completamente virtual.

8- Uso inadecuado de Twitter: el uso que realizan los menores adolescentes de Twitter es una verdadera preocupación por el carácter abierto y horizontal de esta aplicación que facilita amplio alcance y rapidez de propagación de las comunicaciones. Su presencia en este entorno refleja un fenómeno que puede acentuarse o remitir: los adolescentes están abandonando las redes sociales. En este caso, y simplificando, porque Tuenti está lleno de niños y Facebook lleno de viejos.

Resultado de la ponencia:

Las intervenciones y las conclusiones de la Ponencia han sido compiladas en el libro “Informe de la Ponencia conjunta de estudio sobre los riesgos derivados del uso de la Red por parte de los menores” cuya presentación pública se ha realizado en mayo de 2015, en el Salón de Pasos Perdidos del Senado. Este Informe, a la luz de las aportaciones de los comparecientes y de la documentación complementaria consultada, está estructurado sistemáticamente en cinco títulos principales::

— Uso de la Red por los menores.
— Riesgos existentes en el uso de la Red por los menores.
— ¿Qué hacer?: los menores como centro de una estrategia de ciudadanía digital.
— Conclusiones.
— Recomendaciones.

Además de esta intervención, PantallasAmigas ha llevado su parecer al Congreso en el marco de y a la Asamblea de Madrid.