Dimitri Senmache, presidente de la Red Peruana contra la Pornografía Infantil, , explica que los adolescentes “son inconscientes de los peligros de la internet”.
Senmache agrega que internet es el sistema más utilizado por pedófilos y pederastas para reclutar a sus víctimas. “Estos agresores se introducen en los canales de las redes sociales, haciéndose pasar por niños o niñas en busca de nuevos amigos”.
“Ahora para las extorsiones se usan las redes sociales. Detectamos casos en los que los pederastas crean falsos perfiles y se introducen en esas redes, a veces se hacen pasar por menores. Incluso ponen fotos de otras personas e información ficticia”, dice el investigador.
Al Grupo Humanitas de la Policía en Cali, Colombia, llegan padres de familia porque sus hijos están chateando con extraños que les hacen propuestas sospechosas o porque les encontraron en el computador fotos o material comprometedor. Sin embargo, se niegan a denunciar.
La única investigación relacionada con estos casos fue de una mujer que tenía problemas con una familiar y usó la hija de ésta para vengarse. Envió por internet diferentes mensajes con fotos de la menor asegurando que era una prostituta y daba el teléfono de la casa.
Problema de ambos sexos
Tanto hombres como mujeres son víctimas del mal uso de las redes sociales. “Las personas, especialmente los niños, ponen en las redes todos sus datos, sus fotografías, y los pedófilos son expertos en analizar esos perfiles y saber como engañar a sus víctimas”, explican en la Policía.
El año pasado fue capturado en el barrio Chapinero de Bogotá, un hombre que se dedicaba a la pornografía infantil. En su casa fueron encontradas fotografías que les había tomado a quince menores diferentes, la mayoría de sexo masculino. Había creado cinco perfiles en Facebook y Hi5 con diferentes nombres y personalidades.
“Los pedófilos pertenecen a comunidades virtuales que, dentro de la misma internet, están ocultas. Entran a páginas con contraseñas que ellos conocen o a las que sólo se puede acceder ciertos días a horas determinadas. Generalmente se camuflan como páginas de pornografía normal, la cual debe ser pagada por suscripción. De esta forma, al requerir ya material con niños logran evadir los controles de las autoridades”, dice un funcionario de la Interpol en Colombia.
El experto, Dimitri Senmache, agrega que “hay una mafia de pedófilos, no es una pequeña organización, son redes internacionales que, lamentablemente, enfrentamos con legislaciones blandas”.
Lo más preocupante de la situación es que en Colombia, al igual que en Bolivia, Haití, Jamaica, Ecuador, Venezuela, Nicaragua, Cuba, República Dominicana y Guatemala, no está penalizada la posesión de material pornográfico infantil y debe demostrarse que hay fines comerciales.
Otros peligros del internet
El phishing: Es el uso de mensajes de correo o sitios web engañosos para robar la información financiera de las personas. Es usado por delincuentes para conseguir claves bancarias. El phishing puede producirse de varias formas, desde un simple mensaje de texto a un teléfono móvil, una llamada telefónica, una web que simula una entidad, una ventana emergente y la más usada y conocida es la recepción de un correo electrónico.
Estafas nigerianas: Envían cartas en las que hacen creer a las víctimas que han sido favorecidas por una herencia de un falso benefactor, quien en vida deposito importantes sumas de dinero en cuentas bancarias de países lejanos, le piden a la víctima que realice una un deposito por concepto de pago de impuestos, tasas especiales, honorarios a un abogado, una vez consignado el dinero desaparecen.
Hoax: Son mensajes creados para generar una alarma entre los cibernautas, mediante la difusión de falsas noticias, como la aparición de virus catalogados como catastróficos .Bajo el pretexto de solidaridad o seguridad se garantizan un elemento de difusión o continuidad al máximo numero de personas posibles.
Grooming: Consiste en el acoso sexual progresivo a un menor de edad por parte de un adulto, quien para acercarse a su víctima se hace pasar por niño o niña. Su búsqueda empieza en los espacios públicos de internet, hurgando en perfiles personales de menores de edad y en los salones de chats privados donde acuden niños, niñas y adolescentes.
Fuente: elpais.com