Dos recientes estudios confirman mayor dificultad para ignorar el ciberacoso e identificar a los responsables
De manera simplificada podemos decir que el el ciberbullying consiste en el acoso entre iguales por medio de burlas, amenazas o acciones similares a través de Internet o teléfono móvil. La revelación de datos íntimos, divulgación de fotografías trucadas, injurias, suplantación de identidad o insultos son formas que adquiere esta práctica muy habitual entre adolescentes y que supone un maltrato psicológico que deja profundas huellas en la víctima.
Su alta prevalencia, la gravedad de sus consecuencias y las dificultades para la prevención e intervención han hecho de este fenómeno el principal azote digital de niños, niñas y adolescentes. La inmediatez, facilidad y disponibilidad para causar daño, la potencia de Internet, la dificultad de desarrollar la empatía en el entorno digital… son algunos de los factores que hacen que el ciberacoso entre iguales se haya convertido en el problema más relevante que afecta a la infancia y la adolescencia online.
La Academia Americana de Pediatría publicó hace unos días un estudio donde hacía hincapié en los riesgos para la salud de los adolescentes que genera el acoso escolar, destacando especialmente los elementos potencialmente agravantes que tiene el acoso cibernético o ciberbullying. El anonimato de Internet permite a los acosadores contenerse menos, por lo que “es difícil para la víctima para obtener un respiro”.
Otro estudio interesante es en del grupo Taylor & Francis, publicado recientemente en una revista norteamericana, que analizó 1.094 comentarios dejados en un blog escrito por el cantante y compositora Amanda Palmer, en relación con el suicidio de Amanda Todd, una joven de 15 años de edad sometida a un constante maltrato psicológico por sus compañeros. Palmer también había sido víctima de ciberbullying y decidió escribir sobre el caso para concienciar a sus seguidores. La investigación mostró que la principal razón para iniciar el abuso era el aspecto físico, seguido por la orientación sexual y la participación en los intereses no convencionales. Los investigadores concluyeron que el cyberbullying “tiene sus raíces en el acoso tradicional, pero con una dificultad mayor para escapar de los torturadores e identificarlos “.
En PantallasAmigas llevamos años intentando concienciar a padres y madres, profesorado, adolescentes y sociedad sobre las graves consecuencias del acoso entre iguales, un problema que adquiere una nueva dimensión de manera paralela al gran desarrollo de las TIC, en particular Internet y la telefonía móvil, tan presentes durante la infancia y la adolescencia.
Para ello, hemos desarrollado diferentes recursos, como la web ciberbullying.com, referente a la hora de informar sobre los riesgos de esta práctica, la página prevencionciberbullying.com, donde se pueden encontrar consejos muy útiles de prevención, o los recursos animados del canal de YouTube de PantallasAmigas, donde el usuario tiene acceso a diferentes listas reproducción en torno al ciberbullying o la ciberacoso, así como otras formas de violencia digital. Os dejamos una animación muy útil: