Si un(a) menor hace click en el conocido minibotón de “Me gusta” que se asocia en multitud de páginas con una cuenta en Facebook, su rostro puede ser utilizado con fines lucrativos sin su consentimiento ni el de sus padres.
Al parecer la red social online ha realizado esta difusión de imágenes de menores al menos en un millón de ocasiones.
En una demanda judicial recientemente presentada contra Facebook por este motivo, se reclama que sean los padres los que den su consentimiento para evitar que los menores queden expuestos y aporten lucro a terceros mediante una clara explotación infantil.
Facebook se defiende alegando que “no permitimos que nuestros motores de búsqueda incluyan los perfiles de menores”.
Fuente: La Información