Amantes despechados y exparejas rencorosas tienen una manera cruel y criminal de vengarse de sus antiguas parejas: publicar sus fotos desnudas en Internet.
La Dra. Laura Bergman —sexóloga estadounidense— incide en un reciente artículo publicado en el Chicago Sun-Times en algo que Pantallasamigas lleva advirtiendo desde 2009 en el web temático Sexting.es: cada vez es más común encontrar fotos privadas de sexting expuestas a la vista de millones de personas por sus exparejas.
No obstante, la persecución legal de este fenómeno es difícil. Dirigirse contra los responsables del web que las publica implica el problema de rastrearlos a menudo en países extranjeros. Incluso pueden invocar en su defensa determinadas leyes: p.ej. en los EE. UU. la Communications Decency Act que exime de responsabilidad a los dueños del web del contenido que los usuarios publican. En España hay jurisprudencia contradictoria al respecto: en ocasiones se culpa al dueño del web, en otras se le exculpa de responsabilidad.
Perseguir a quienes envían las fotos también tiene su dificultad. Está claro que la persona que sale en la fotografía debe autorizar cualquier publicación de la misma, pero ¿cómo probar fuera de toda duda quién la ha puesto en Internet? Incluso aunque se pruebe que fue desde su ordenador, podrá alegar que lo usó otra persona o que accedieron a él ilegalmente. Además el tiempo que trascurra durante la denuncia y posterior proceso judicial empeorará las cosas a nivel psicológico y podría dar incluso más difusión a la imagen. En estos casos se suele aconsejar usar una vía más rápida (al menos en España): acudir a la Agencia de Protección de Datos para que ordene su retirada de los webs que la estén mostrando. Por supuesto, en cualquier caso y aplicando los mismos consejos que se le dan a las víctimas de ciberbullying, lo primero es guardar las pruebas.
Aun así, el mejor consejo es evitar que esto pueda llegar a suceder y la mejor prevención, no generar este tipo de fotos. No pensemos que con no enviárselas a nadie estamos a salvo: podríamos perder el teléfono o alguien podría crackear nuestro ordenador (de hecho había varios casos así en IsAnyoneUp).
Si aún así insistes en enviar sexting a tu pareja, date cuenta del riesgo que corres y asegúrate de que a quien se lo envías es una persona de tu total y absoluta confianza y sigue otros consejos para minimizar el riesgo del sexting en la medida de lo posible.
Finalmente Bergman advierte a los padres de la importancia de alertar en casa a los hijos adolescentes sobre los riesgos del sexting. Ellos se enfrentan a la presión para hacer sexting todos los días (incluso desde los 12 años) y su ingenuidad e inexperiencia pueden llevarlos a creer que su novio o novia va a guardar esas fotos a buen recaudo. Es vital que entiendan que una vez tomada la foto y enviada, estará fuera de su control para siempre.
Fuentes: Chicago Sun-Times, Sexting.es, Wikipedia, Forbes y Bullyville.
Más información
- Web para la información y la prevención del sexting.
- Chantajes producidos a partir de fotos y vídeos de sexting.
- Violencia Sexual Digital.
- Artículo: ¿Por qué practican sexting los adolescentes?
- Guía sobre adolescentes y sexting.
- Noticias actualizadas a diario sobre casos de sexting.
- Mediateca de PantallasAmigas: Entrevistas en medios de comunicación acerca del sexting.
PantallasAmigas ha podido comprobar que pese a que IsAnyoneUp ha cerrado, están surgiendo sucesores que profundizan en la vinculación de datos personales a las imágenes de sexting que difunden. Se pueden encontrar fotografías eróticas de chicas enviadas por sus exnovios junto a capturas de los perfiles de Facebook, enlaces a sus curriculum en LinkedIn, datos como población de residencia, lugar de trabajo actual, centro donde estudió o el nombre de su novio actual e incluso capturas de mensajes de correo electrónico de las personas fotografiadas. Desnudos sociales, los denominan en alguno de estos webs… Ya anteriormente habíamos advertido sobre el auge de información personal que se estaba difundiendo asociada a imágenes de sexting y constatamos con preocupación que la tendencia lejos de revertirse, se acentúa con la vinculación del sexting a perfiles personales en las redes sociales de tipo personal e incluso profesional.