La sextorsión en aplicaciones de mensajería instantánea, cada vez más común en 2019
“He introducido un troyano en una de las webs para adultos que visitas y he grabado lo que hacías mientras navegabas. Tengo imágenes tuyas en una situación muy comprometida. Si no me envías 500 dólares en bitcoins a esta cuenta, le enviaré las fotos a tu familia y a todos tus contactos de Facebook”. Si has recibido un mensaje de estas características en tu buzón de entrada, te informamos de que estás siendo víctima potencial de sextorsión. Se trata de un ejemplo clásico de extorsión sexual a través de correo electrónico. En este caso, son textos que se envían de forma masiva a distintas cuentas de email exigiendo “micropagos” y que pueden identificarse rápidamente como estafas por sus errores gramaticales o frases inconexas -que bien podrían haber salido de un traductor automático- o la ausencia de las imágenes con las que, en teoría, te están extorsionando. Aunque los ‘sextorsionadores’ suelen adjuntar pruebas reales para efectuar este tipo de chantaje sexual, muchos de los mensajes estafa son interpretados como reales y consiguen engatusar al remitente para que pague. Algunos «hackers», incluso, añaden hasta códigos QR y enlaces a métodos de pago en sus correos, de modo que la víctima pueda pagar inmediatamente. El sexting y las malas intenciones El auge de dispositivos digitales que nos proveen de Internet a todas horas y en cualquier parte ha promovido la práctica del sexting, es...
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