El ‘selfie’ forma parte ya de nuestro patrimonio digital. Lo que comenzó siendo un autorretrato frente al espejo para deleite propio o un intento por capturar nuestra imagen sin ayuda de un tercero, se ha convertido en una costumbre tecnológica y va camino de establecerse como el recordatorio narcisista por excelencia para marcar territorio en las redes sociales.
La histeria por las ‘autofotos’ ha llegado a tal límite que Holanda acaba de hacer un llamamiento público a la cordura para proteger sus campos de tulipanes de las pisadas de turistas y sus desesperados intentos por capturarse a sí mismos en cualquier paraje.
Autofotografiarse no tiene nada de reprochable, siempre y cuando para lograr el enfoque deseado se respeten el medio ambiente, la salud propia y la vida y tranquilidad ajenas. Hemos visto cómo, a lo largo de los últimos años, algunas personas han puesto en riesgo su vida en un intento por retratarse en un ‘selfie’. La cultura del ‘like’ se ha cobrado con esta práctica al menos 259 muertes hasta la fecha.
Los famosos retos virales que tan al alza se cotizan en las redes sociales no hacen sino fomentar el uso de la cámara frontal para grabar e inmortalizar situaciones que, a menudo, suponen un peligro. A veces, el riesgo no es tanto el desafío en sí como las repercusiones que la imagen pueda provocar en el resto de usuarios que la contemplan; como por ejemplo, menores que intenten replicar esas conductas o los bulos que puedan surgir en torno a ciertos juegos, como ya sucedió con el falso ‘Momo challenge’.
Retos virales en clave de ‘selfie’, ¿riesgo o humor?
Entre los desafíos digitales que han ido surgiendo en los últimos tiempos, hay algunos que, si bien no tienen nada de arriesgado, destacan por lo liviano de su planteamiento. Hacemos un breve recorrido por los cinco más exitosos del último año.
El ‘moonselfie’, ¿higiénico?
A principios de año, nos sorprendía un peculiar tipo de foto que consistía en retratarse a través de un rollo de papel higiénico. Nada peligroso, a no ser que la concentración en la foto te lleve a meterte el canuto de cartón en el ojo. Aunque puede resultar absurdo y paradójicamente, hasta poco higiénico, lo cierto es que en este reto subyace un sentido artístico. El juego de luces que se produce al situar un tubo del papel entre la lente fotográfica y una cara da como resultado algo parecido a una luna. De ahí el nombre de esta práctica: ‘moonselfie’ o cara de luna.
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Un clásico reconvertido: el #10YearsChallenge
Desde los tiempos de Tuenti, donde por épocas se subían fotos de la infancia para compararse con la imagen actual, viene siendo recurrente en toda red social algún juego donde se comparta alguna prueba del cambio físico inherente al paso de tiempo. El #10YearsChallenge no es sino un viaje a tu vida de hace diez años para convertirlo en una comparativa con el aspecto actual. En definitiva, un paseo de la vergüenza frente a tus seguidores hacia delante o hacia atrás, según la moda con la que más a gusto te sintieras.
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De Harry Potter a Mr. Sanz 🤓 pero de eso hace más tiempo ahora que me doy cuenta #10yearschallenge
‘Birdbox’ challenge, un éxito de película
En estos tiempos de Netflix, hasta una película apocalíptica como ‘Bird Box’ (“A ciegas”, en su versión en castellano) puede dar lugar a un reto viral en la Red. En esta ocasión, el desafío consiste en capturarse a un mismo con el móvil mientras se realizan actividades cotidianas con los ojos tapados. ¿Cuál es el objetivo de grabarse sin ver? Todavía no lo sabemos. Algo que podría haberse planteado como un buen ejercicio de empatía y respeto por las personas con dificultades visuales graves, se vive como un espectáculo de la ridiculez humana disfrazado de humor sin gracia.
Y’all gotta chill #BirdBoxChallenge 😂😂 why he do the baby like that pic.twitter.com/hspFdNHzTC
— Mya💋 (@sosomyaaa) 27 de diciembre de 2018
‘Falling Stars’, cómo dar un buen susto a tus seguidores
Podría tratarse de un reto dedicado a los torpes, pero no. O sí, depende de cómo se mire. El desafío ‘falling stars’ pretende extraer el lado artístico de la accidentalidad y consiste, precisamente, en simular una caída casual. En el suelo, a lo largo de unas escaleras o dentro de una bañera, cualquier escenario sirve para este ‘challenge’. El objetivo no es otro que conseguir el retrato de un cuerpo decúbito prono (boca abajo) y rodeado de los objetos que hayan podido propiciar el falso accidente o en su defecto, de bienes de valor propios de una “estrella” del panorama público que acaba de precipitarse. Difícilmente se puede obtener una estampa semejante con la técnica del selfie, pero no nos sorprendería que hubiera quien lo haya intentado o lo que es peor, que de un intento de simulación el resultado fuera más real que este texto.
Journalist is a risky job sometimes ! #fallingstars #fallingstar #GME @belledonati pic.twitter.com/TzE3lXL0ac
— JeanPhi (@jeanphi01) 25 de octubre de 2018
El imprudente reto ‘In my feelings’
Este desafío viral tampoco alude directamente al selfie, pero sí a la peligrosidad y a la falta de sensatez. El juego se basa en bajarse del asiento del copiloto de un coche en movimiento y comenzar a bailar al ritmo de la canción que da nombre al reto, “In my feelings”, mientras un imprudente conductor lo graba. ¿Tiene algún sentido? A priori sí, el del ridículo.