Se conocen popularmente como deportes electrónicos, a pesar de que el COI ha rechazado incluirlos como disciplina deportiva
A estas alturas, a pocos les sorprenderá enterarse de que los e-Sports nada tienen que ver con jugar a videojuegos deportivos per se o con practicar algún deporte a través de un dispositivo digital. Se trata de videojuegos multijugador que aspiran a constituirse como deporte. Ahora bien, ¿qué se entiende por deporte? Según la RAE, se define como “actividad física, ejercida como juego o competición, cuya práctica supone entrenamiento y sujeción a normas”. El término e-Sport, por su parte, hace referencia a ciertos videojuegos que permiten competir a dos o más jugadores en una liga donde prime la igualdad de condiciones y exista un reglamento específico. Al tratarse de juegos adaptados al medio digital, el ejercicio es mental y por tanto, no media mayor actividad física que la interacción de las manos con el teclado o mando. Por tanto, ¿puede realmente considerarse deporte?
El Comité Olímpico Internacional (COI) tiene dudas al respecto. Reconoce su actividad deportiva y considera que el nivel de entrenamiento y preparación de los videojugadores es comparable al del resto de atletas. Sin embargo, el COI todavía no contempla incluir una categoría de deportes electrónicos en los Juegos Olímpicos. ¿La razón? Algunos videojuegos no comparten los valores olímpicos. Juegos como Fortnite, Counter Strike o World Of Warcraft tienen un trasfondo bélico y un contexto comercial, muy alejados de los valores en los que se basa el movimiento deportivo.
La mera actividad física no supone un requisito imprescindible para que un deporte pueda considerarse como tal. Disciplinas de mesa como el ajedrez o el bridge están catalogados como juegos deportivos por el COI. Por su parte, los videojuegos deben reunir ciertas características para acceder a la etiqueta de e-Sport. Aunque no existe todavía ningún estatuto ni organismo que certifique esta categoría, sí se observa un código ético popular por el cual un juego es considerado deporte electrónico.
¿Puede cualquier videojuego ser un e-Sport?
La respuesta es no. Todos los e-Sports son necesariamente videojuegos, pero no todos los videojuegos pueden catalogarse como e-Sports. Para que un juego reciba esta etiqueta electrónica debe, principalmente, contar con una liga competitiva regulada y organizada por sponsors o empresas que llamen la atención de los medios y del público.
También tiene que permitir la participación de dos o más jugadores compitiendo al mismo tiempo. Además, estos jugadores deben estar en igualdad real de condiciones, lo que obliga al juego a ser Free to Play -sin elementos de pago que impidan avanzar-. De esta forma, la habilidad del usuario es la que determina la victoria en el juego, algo que nos lleva hasta el tercer requisito de los e-Sports: el afán de superación.
De todo esto se debatirá en la jornada Fundación Estadio el próximo jueves día 7 de febrero. Se trata de un coloquio en el que intervendrán Antonio González Molina, decano de la Facultad de Ciencias de la AF y el Deporte de la Universidad de Las Palmas; Alexander González, jugador profesional de e-Sports y responsable de EUSKO eSports; y Jorge Flores, director de PantallasAmigas. El evento tendrá lugar a las 18.30 horas en el Aula Estadio Aretoa de Vitoria-Gasteiz.