- Un libro de actividades para trabajar la educación emocional con los más pequeños. Ayudándoles a reconocer las emociones, a validarlas y respetarlas para que crezcan más sanos y seguros.
- Su autora, Begoña Ibarrola es referente indiscutible de la educación emocional en España.
- Ibarrola participó en el Podcast de PantallasAmigas titulado: Educación emocional en la medición parental.
En un mundo donde las emociones a menudo se pasan por alto en favor de los logros y las metas tangibles, el libro «El Taller de las Emociones» de Begoña Ibarrola surge como una guía imprescindible para entender y trabajar la educación emocional con los más pequeños. Ayudándoles a reconocer las emociones, validarlas y respetarlas, para que las y los menores crezcan más sanos y seguros.
Su autora, Begoña Ibarrola, es una reconocida psicóloga, escritora y experta en educación emocional, que ha escrito entre otras muchas las obras «Cuentos para familias felices» y, recientemente, «Surfear la vida, Cómo potenciar tu resiliencia, confianza, creatividad y empatía». En este nuevo libro, nos invita a explorar el complejo paisaje emocional, ofreciendo 80 actividades en formato de fichas para trabajar las emociones con las y los menores, desde los 2 hasta los 6 años. Cada capítulo y actividad incluyen hermosas ilustraciones creadas por la ilustradora infantil Marisa Morea, acompañadas de ideas para que niñas y niños reflexionen.
El Taller de las Emociones
Es un libro que se estructura de manera que el lector pueda adentrarse en el conocimiento y la gestión de sus emociones a través de ejercicios prácticos, reflexiones y ejemplos cotidianos. La obra se divide en 8 capítulos, cada uno centrado en una emoción específica:
- Alegría
- Tristeza
- Miedo
- Enfado
- Curiosidad
- Calma
- Vergüenza
- Celos
A través de las 80 actividades, 10 por cada capítulo, tanto niñas como niños desarrollarán, de forma sencilla y divertida, habilidades para la vida, como la empatía, la escucha activa, la expresión corporal y la comunicación no verbal, entre otras.
1. Comprendiendo las emociones: Ibarrola comienza por definir qué son las emociones y su importancia en nuestras vidas. A través de un enfoque accesible, la autora nos muestra cómo las emociones no solo afectan nuestro bienestar psicológico, sino también nuestra salud física.
2. Ejercicios prácticos: Cada capítulo incluye 10 ejercicios diseñados para ayudar a los lectores a identificar y manejar sus emociones. Estos ejercicios, que van desde la meditación y la respiración hasta actividades de escritura y reflexión, son herramientas valiosas para el autodescubrimiento y el crecimiento personal.
3. Historias y ejemplos reales: Ibarrola incorpora historias y ejemplos de casos reales para ilustrar cómo las emociones pueden influir en nuestra vida diaria. Estas historias sirven como un espejo en el que los lectores pueden verse reflejados y entender mejor sus propias experiencias emocionales.
4. Reflexiones y afirmaciones: El libro también incluye reflexiones y afirmaciones positivas que ayudan a reprogramar nuestra mente y a adoptar una perspectiva más saludable y equilibrada hacia nuestras emociones.
Impacto y Relevancia
En una sociedad donde la inteligencia emocional se está reconociendo cada vez más como una habilidad crucial, el libro de Ibarrola proporciona una guía clara y efectiva para desarrollar esta competencia.
La obra es especialmente relevante en el contexto actual, donde el estrés y la ansiedad son comunes. Ibarrola no solo nos ayuda a entender nuestras emociones, sino que también nos da las herramientas necesarias para manejarlas de manera constructiva.
En una entrevista durante la promoción del libro en el site Magisterio, hablando de los ejercicios planteados en el libro, Ibarrola explica que seleccionó actividades específicas porque ha probado más de 200 en su trabajo de educación emocional y terapia, tanto en aulas como con familias, y ha comprobado su eficacia. En el libro, incluyó ocho emociones con diez actividades para cada una, aunque existen muchas más, y seleccionó aquellas que requieren muy poco material, como rollos de papel higiénico o envases de yogur. Lo fundamental para ella era que estas actividades ya estuvieran valoradas y puestas en práctica desde hace muchos años, demostrando su eficacia en su experiencia y la de sus colegas.
Ibarrola responde también a la pregunta sobre si los padres son demasiado laxos o permisivos con sus hijos señalando que esta preocupación es común y no del todo infundada. En las últimas décadas, se ha observado una tendencia creciente hacia estilos de crianza más indulgentes. Muchos padres, influenciados por el deseo de proteger a sus hijos de cualquier forma de sufrimiento o frustración, tienden a evitar imponer límites estrictos, lo que puede llevar a que los niños crezcan sin una comprensión clara de las normas y las consecuencias de sus acciones. Además, el temor a ser vistos como padres autoritarios o a provocar el rechazo de sus hijos puede llevar a algunos padres a adoptar una postura más permisiva. Sin embargo, Ibarrola subraya la importancia de encontrar un equilibrio, ya que un entorno demasiado permisivo puede dificultar el desarrollo de habilidades cruciales como la autodisciplina, la resiliencia y la capacidad de manejar la frustración.
«Parece que decirles que no a los niños es no quererles tanto. Y no, necesitan límites para crecer seguros»