- Los cuatro ámbitos más habituales del delito de odio siguen siendo: racismo-xenofobia, ideología, LGTBIfobia y discriminación por sexo/género.
- “Un 15 por ciento de los delitos de odio en España ya se producen a través de las redes sociales”, Fernando Cubillo, responsable de redes sociales de la Guardia Civil.
- Protocolo para combatir el discurso de odio ilegal en línea en las diferentes redes sociales.
Las estadísticas del Ministerio del Interior reflejan que, en los seis primeros meses de 2021, Policía y Guardia Civil, sin contar las policías autonómicas y locales, recibieron 610 denuncias por delitos de odio, un 9,3 % más que en el mismo periodo en 2019, cuando se contabilizaron 558 sucesos. Cifra que hasta ahora marcaba el máximo desde que, en 2014, se iniciaron las estadísticas específicas sobre delitos de odio.
Fuentes del mismo ministerio apuntan a que en este incremento ha influido, entre otros motivos, la conciencia social que ha llevado a más víctimas a denunciar. Una encuesta realizada en 2021 por el Ministerio señala que solo uno de cada 10 personas que sufren un delito de odio lo denuncia ante la Policía.
Los cuatro delitos de odio más comunes
De las 1.401 denuncias por delitos de odio, el 77,7 % se siguen concentrando en los cuatro ámbitos más habituales: racismo-xenofobia, ideología, LGTBIfobia (orientación sexual e identidad de género) y discriminación por sexo/género.
Los delitos de odio que más han aumentado
Entre esos ámbitos donde más aumentado los delitos de odio frente al año anterior es el que tiene como víctimas a las personas con discapacidad, que han pasado de 26 en 2019 a 44 el año pasado, con un incremento del 69,2 %. A este le siguen los sufridos por “razón de enfermedad”, que han aumentado un 62,5 %, y los denominados de “antigitanismo”, que crecieron un 57,1 %. Les sigue, con un incremento del 43,5 %, la discriminación por sexo, que han subido a 99 frente a los 69 de 2019.
La difícil distinción entre discurso y delito de odio
La Catedrática de Ética y Filosofía Jurídica, Moral y Política, D. ª Adela Cortina Orts, en su intervención en 2017, ¿Cómo superar los conflictos entre el discurso del odio y la libertad de expresión en la construcción de una sociedad democrática? lo definió de la siguiente forma.
El discurso del odio ha constituido uno de los grandes obstáculos para crear sociedades justas y convivencia pacífica a lo largo de la historia, pero el rechazo de este tipo de discursos ha cobrado también expresión jurídica.
Ciertamente, distinguir entre el discurso y el delito no es tarea fácil. Del discurso del odio se han ofrecido diferentes caracterizaciones, una de ellas ofrecida por La Comisión Europea contra el Racismo y la Intolerancia (ECRI) del Consejo de Europa. Pero la más sencilla y aceptada es la del Comité de Ministros del Consejo de Europa, que lo considera como “toda forma de expresión que difunda, incite, promueva o justifique el odio racial, la xenofobia, el antisemitismo, u otras formas de odio basadas en la intolerancia”.
Por desgracia, el número de ejemplos es abrumador. La xenofobia, la aversión extremada al extranjero; la homofobia, el odio a las personas homosexuales; la fobia a musulmanes, cristianos o gentes de cualquier religión; y también la aporofobia, el desprecio al pobre e indigente, forman parte de ese catálogo de grupos a los que se dirige el discurso del odio.
Por la expresión “delitos de odio” pueden entenderse “todas aquellas infracciones penales y administrativas, cometidas contra las personas o colectivos citados anteriormente, o también, desde una perspectiva sociológica, como “actos de violencia, hostilidad e intimidación, dirigidos hacia personas seleccionadas por su identidad, que es percibida como ‘diferente’ por quienes actúan de esa forma”.
La diferencia entre el discurso y el delito del odio consistiría en que estos últimos son actos criminales motivados por la intolerancia y el sentido de superioridad del agresor, que deben reunir al menos dos requisitos:
- El comportamiento debe estar tipificado como delito en el Código Penal, y puede consistir en un maltrato vejatorio o en una agresión física, entre otros.
- La motivación del acto debe basarse en un prejuicio hacia un determinado grupo social. El delito implica entonces una infracción penal o administrativa.
Problemas que dificultan perseguir y acabar con los discursos de odio en redes sociales
El jefe de prensa y responsable de redes sociales de la Guardia Civil, el teniente coronel Fernando Cubillo, declaró en ABC que “Un 15 por ciento de los delitos de odio en España ya se producen a través de las redes sociales”. Para Cubillo, el mayor problema es la transnacionalidad, con plataformas con sede en Estados Unidos, cuyas leyes priman la libertad de expresión por encima del derecho al honor, todo lo contrario de lo que ocurre en Europa.
Al problema de la transnacionalidad, hay que sumarle otros problemas. Según el informe Contrólate en las redes. El discurso de odio en las redes sociales: un estado de la cuestión, publicado por el Injuve, existen varios problemas que dificultan perseguir y acabar con los discursos de odio en redes sociales:
- La falta de denuncias.
- La minimización de los hechos en los casos en que sí se denuncian.
- La poca formación en igualdad de las instituciones implicadas.
- Las dificultades para acreditar la motivación discriminatoria de este delito.
- Los problemas de jurisdicción, regulación y anonimato típicos de las redes sociales.
Los algoritmos de las redes sociales ayudan a propagar el discurso de odio
En octubre de 2021 Frances Haugen, una exempleada de la red social Facebook, testificó ante el senado de Estados Unidos denunciando que el algoritmo que decide qué noticias y contenidos mostrar a sus usuarios seleccionaba aquellos más extremos, y que la empresa ponía “sus beneficios por encima de controlar el discurso de odio”.
Otras plataformas como Instagram, TikTok o Twitter, tampoco se libran del discurso de odio. Según varios estudios, los mensajes con contenidos más negativos y agresivos, tanto de la derecha como de la izquierda, tienen más probabilidades de ser compartidos.
Medidas llevadas a cabo por las redes sociales para luchar contra el discurso de odio
La Comisión de Seguimiento del ‘Acuerdo interinstitucional contra el racismo, la xenofobia, la LGBTIfobia y otras formas de intolerancia’, se reunió en junio de 2021, con las redes sociales como Facebook o TikTok para combatir el discurso de odio. Creando un grupo de trabajo con el objetivo de aplicar el ‘Protocolo para combatir el discurso de odio ilegal en línea‘.
El pasado diciembre de 2021, Twitter actualizó su política contra las conductas de odio, para prohibir el lenguaje que deshumanice a personas por motivos de género, identidad de género u orientación sexual.
Anteriormente presentaron herramientas como el Modo Seguro, una nueva función que tiene como objetivo reducir las interacciones disruptivas. Funciona bloqueando temporalmente las cuentas que responden a tus Tweets con un lenguaje potencialmente dañino -como insultos o comentarios de odio- o aquellos que envían respuestas o menciones repetitivas y sin invitación.
Nuevas reglas para dar a sus usuarios un mayor control sobre las conversaciones que inician, con el lanzamiento de la configuración de la conversación que permite a los usuarios cambiar quién puede responder a un Tweet aún después de haberlo publicado.
Otras de las últimas medidas, la implementación de avisos para animar a la gente a hacer una pausa y reconsiderar una respuesta potencialmente dañina u ofensiva antes de pulsar enviar o la función de ocultar respuestas dentro de un tweet.
El presidente de Facebook, Mark Zuckerberg, explicó que pondrían en marcha nuevas políticas de control de contenido y cambiaría sus políticas para prohibir el discurso de odio. Bajo sus nuevas políticas, Facebook no permitirá mensajes que afirmen que las personas de una raza, etnia, nacionalidad, casta, género, orientación sexual u origen inmigratorio específico son una amenaza para la seguridad física o la salud de cualquier otra persona.
Declaración: facebook.com/zuck/posts/10112048980882521
Además, Zuckerberg ha explicado que Facebook imitará a Twitter y etiquetará el contenido que decida mantener porque lo considere de “interés periodístico y valioso para el interés público”, incluso si de otra manera viola las políticas de la compañía. Los usuarios de la plataforma que traten de compartir ese contenido verán un aviso que les hará saber que están compartiendo algo que puede violar las políticas de la compañía.
Actualización completa de las acciones de Facebook para detener el discurso de odio.
TikTok
La plataforma de entretenimiento líder de vídeos móviles de formato corto, en julio de 2021 se unió al “Protocolo para combatir el discurso de odio ilegal en línea”.
También anunció que intensificará las medidas para eliminar los contenidos de odio en su plataforma, al prohibir los estereotipos antisemitas, así como las publicaciones de nacionalismo blanco y supremacía masculina. Algunas de las medidas tomadas por la plataforma ya se encuentran disponibles como, la identificación de aquellos comentarios que consideren irrelevantes o inapropiados y los recordatorios a los creadores cuyos vídeos parezcan recibir una alta proporción de comentarios negativos.
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