La Policía Nacional ha detenido a tres hermanos por hostigar a varias menores mediante grooming. Amenazaban a las niñas para que conectaran la webcam y les exigían realizar determinadas acciones sexuales. Gracias a un descuido de uno de los acosadores, una menor pudo sacar una fotografía de su rostro con su teléfono móvil que posteriormente facilitó a los investigadores su identificación.
La operación se inició como consecuencia de la denuncia interpuesta por la madre de una de las víctimas, de 14 años estaba, que estaba siendo víctima de amenazas y abuso sexual online por parte de uno o varios individuos que, tras ganarse su confianza en Internet, la convencieron para que enviase imágenes de ella desnuda para realizar cibersexo. Siguiendo la pauta típica de los groomers, una vez obtenidas las fotografías comprometidas de la menor, las utilizaron para amenazarla y así obtener más y que se mostrase a través de la webcam.
El primer contacto entre la víctima y uno de los detenidos se produjo en casa de una amiga de la denunciante. Reunidas cuatro menores, contactaron a través de Internet con un individuo que afirmaba ser también menor de edad. Éste las convenció para que se desnudaran ante la cámara.
Los arrestados habían enviado también a las menores enlaces a webs con contenido pornográfico de adultos y niños. Los ciberchantajistas mostraban un perfil de menores de edad en la Web para captar a nuevas víctimas.
Se localizaron en el domicilio de los detenidos varios archivos de pornografía infantil en uno de los ordenadores y en CDs y DVDs grabados, contactos de menores de edad en la libreta de direcciones del correo electrónico y en programas de chat, así como el número de teléfono móvil de una de las víctimas. Además en el momento de realizar el registro, que se encontraban en pleno proceso de descarga archivos de pornografía infantil.
Los consejos que da la Policía a padres y madres para evitar estos casos incluyen:
- establecer reglas de uso y controlar los tiempos de utilización de los ordenadores
- situarlo en una zona común del domicilio, al objeto de supervisar las páginas a las que se accede
- hablar con los menores de los riesgos que entrañan los chat, en los que pueden contactar con supuestos amigos que no lo son o con personas que se hacen pasar por otros menores para ganarse su confianza
- insistir a los menores para que no faciliten datos personales ni ningún tipo de fotografías o vídeos a nadie a través de la Red, si no existe una completa seguridad sobre quién los va a recibir
- en caso de que algún menor detecte al navegar contenidos que puedan ser peligrosos o situaciones que les puedan parecer extrañas, que avise inmediatamente a sus padres
Fuente: ABC