- El 90 % de jóvenes y adolescentes de Baleares consume porno en Internet.
- Un 20 % se identifica con un consumo problemático (pasan más horas de las que quieren).
- El 76,2 % prefieren los videos más duros o con violencia.
- Las y los jóvenes proponen una asignatura de carácter preventivo, impartida por profesionales de la salud y la psicología, que tenga como objetivo concienciar a los jóvenes y adolescentes para normalizar la sexualidad y romper con el tabú existente.
Estos preocupantes datos, que no solo se registran en Baleares, sino también en el resto de comunidades, se han obtenido a través de un completo estudio que se ha realizado desde la UIB: «Estudio sobre pornografía en las Islas Baleares: acceso e impacto sobre la adolescencia, derecho internacional y nacional aplicable y soluciones tecnológicas de control y bloqueo». En el estudio de campo han participado, 3.629 alumnos de entre 13 y 18 años y 2.592 familias, también han colaborado 76 centros educativos de todo las Illes Balears. Ha sido coordinado por los profesores de la UIB, Valentina Milano y Lluis Ballester.
Este estudio realizado a petición de la Conselleria de Presidencia, pretendía disponer de una visión global sobre lo que representa la industria del porno y sus consecuencias en la juventud de las islas. La consellera Mercedes Garrido, se ha mostrado «muy preocupada por la realidad de este problema que representa un excesivo acceso a las plataformas que ofrecen pornografía por la red, una situación que después afecta de una forma muy negativa al desarrollo de los jóvenes que consumen este material».
📹 Els 91% joves i les joves de #Balears consumeixen pornografia habitualment. Com això perpetua la violència cap a les dones, els rols de gènere i l’assetjament escolar? ▶️👇 pic.twitter.com/Mvy0nvdvh8
— Conselleria de Presidència i Adm. Públiques (@PresidenciaGOIB) February 10, 2023
Un 90 % de encuestados accede a material pornográfico antes de los 14 años
El doctor en Sociología de la UIB, Lluís Ballester, detalla que el 76 % de los jóvenes encuestados accede a material pornográfico antes de los 12 años y el 90 % antes de los 14. Los primeros accesos a este contenido, en ocasiones, se produce incluso a los ocho años.
El estudio señala que el consumo de pornografía en edades cada vez más reducidas tiene relación con el defecto de responsabilidad parental de las familias y se debe a la falta de control parental. Por lo general, culpabilizan y critican a los padres. En este contexto, identifican la nueva pornografía como uno de los peligros más alarmantes existentes en la red y nocivos para los más jóvenes.
Los jóvenes indican una serie de factores de riesgo por el consumo de pornografía a edades tempranas:
- La curiosidad y el aburrimiento junto a la desinformación y la falta de educación afectiva y sexual.
- El acceso y la exposición a la nueva pornografía online.
- La falta de control y supervisión parental.
Un elevado porcentaje de adolescentes reconocen que suelen consumir entre 4 y 5 horas de material pornográfico por semana y que acceden a diario. Los que más uso hacen de las escenas que ofrece la industria suelen ser los varones, en torno al 34,3 % de los chicos encuestados, frente al 2,6 % de mujeres que lo hacen más de tres horas a la semana. Es decir, el acceso a la pornografía se iguala entre hombres y mujeres, pero existe una diferencia en la intensidad de la visualización de estas películas.
En este sentido, la doctora Valentina Milano explicó que es cierto que la ley prohíbe que los menores puedan acceder a la pornografía, pero que estas medidas restrictivas no se aplican en Internet. Es decir, el acceso a las escenas pornográficas es muy fácil a través de las tecnologías. También recordó un dato aún más preocupante y es que el 70 % de pornografía infantil es autoelaborado, es decir, son los propios adolescentes lo que se graban mientras mantienen estas relaciones.
El estudio incluye algunas herramientas para intentar solucionar este problema. Una de ellas es que las familias utilicen el control parental que les impide que sus hijos e hijas entren en las páginas donde se ofrecen escenas de pornografía.
La pornografía trata a las mujeres de manera denigrante, ¿Por qué lo hace?
Hay un consenso claro, identifican dos motivos primordiales por los que se trata a la mujer de modo denigrante a la pornografía:
- Por motivos económicos: a las empresas de pornografía les interesa reproducir este modelo, puesto que el hombre es el público objetivo principal.
- Para complacer al hombre, porque la sumisión de la mujer le excita.
Los jóvenes exponen que, por motivos económicos, teniendo en cuenta que el hombre es el consumidor principal de pornografía, las empresas pornográficas reproducen en las producciones pornográficas lo que excita el hombre: la sumisión y la subordinación de la mujer. De este modo justifican que el hombre ejerza violencia hacia la mujer en la pornografía, porque es lo que excita al hombre.
Las jóvenes identifican algunas cuestiones singulares: que las mujeres son un objeto sexual, y que en la pornografía su papel se reduce a la estimulación sexual y la satisfacción de las fantasías de los hombres.
En este contexto, las adolescentes incidieron en que el deseo sexual de la mujer se encuentra invisibilizado, dan especial relevancia a la necesidad de reivindicación del placer femenino. De forma general llegan a un punto común: la pornografía son producciones por y para el hombre.
Otro dato que reafirma los puntos anteriores es que el 76 % de entrevistados reconocen que prefieren mirar escenas pornográficas con violencia, lo que después se traduce en que se normaliza las relaciones sexuales agresivas. En cuanto a los sexos, el 66,9 % de las chicas consumen hardcore, ante el 84,7 % de los chicos.
En la pornografía los hombres rara vez utilizan preservativos, se muestran prácticas violentas y actividades de riesgo para la salud
El consenso es elevado, sin diferencias apreciables por edad y sexo, reconocen que estos modelos pueden influir en:
- Prácticas sexuales de riesgo, no utilizar preservativos.
Los y las adolescentes indican que los modelos que se llevan a cabo en la pornografía influyen en la ejecución de prácticas sexuales de riesgo, como no hacer uso de preservativos en las relaciones sexuales.
En este sentido, hablan sobre las consecuencias de las prácticas mencionadas, y destaca los embarazos no deseados y las enfermedades de transmisión sexual (ETS). Es destacable que consideran esencial, para prevenir la introducción de este modelo en las sus conductas, recibir una información previa, y que es necesaria la prevención. Reconocen la importancia de recibir una educación afectiva y sexual de calidad: desde casa, por parte de las familias; y desde los centros educativos, por parte de profesionales de la psicología.
Opinión de las y los jóvenes sobre la pornografía online
El consenso es elevado, sin diferencias apreciables por edad y sexo, reconocen que en la pornografía no se respetan ninguno de los tres criterios:
- No hay placer compartido, puesto que el placer es exclusivo del hombre.
- No hay consenso de prácticas, debido a que el hombre hace lo que desea en todo momento, sin comunicar sus preferencias a la mujer.
- No existe vínculo seguro, porque no hay respeto mutuo.
Los jóvenes y las jóvenes identifican que en la pornografía online la mujer es cosificada y despersonalizada, es tratada como un objeto sexual. Reconocen que las mujeres son medios para que los varones obtengan placer sexual. Es decir, él es el sujeto y ella el objeto, y él tiene un deseo de que satisface usando el cuerpo de ella, por tanto, no se tiene en cuenta el placer femenino, se contempla exclusivamente el placer del hombre.
Por otra parte, se centran también en la falta de comunicación y respeto en la pornografía. Es interesante destacar que los y las jóvenes coinciden en que este modelo que fomenta la pornografía, es tóxico y nocivo para la mujer. En este sentido, se tiene en cuenta la necesidad de un cambio.
¿Qué es lo que más gusta y lo que menos de la pornografía?
En primera instancia, en referencia a qué es lo que más les gusta de la pornografía, son notorias las diferencias por sexo. Las valoraciones positivas y actitudes más abiertas al consumo de la pornografía son exclusivas de los adolescentes. Lo que más les gusta de la pornografía es:
- La variedad y diversidad del contenido pornográfico.
- La excitación que les producen los vídeos pornográficos y poder satisfacer el deseo sexual a través de su consumo.
En segunda instancia, en referencia a qué es lo que menos les gusta de la pornografía, también se presentan diferencias por sexo. Las jóvenes indican que lo que menos les gusta son las escenas forzadas y violentas hacia la mujer, donde es primordial y exclusivo el placer masculino: tasan la pornografía de «repulsiva» y «asquerosa». Además de cómo se trata el sexo, dónde no se contempla el respeto, el vínculo seguro; el placer compartido y el consenso de prácticas. Sin embargo, los y las adolescentes reconocen que el contenido es el elemento que menos gusta de la pornografía que es, como se ha indicado con anterioridad, dramatizado y falso.
Sobre los efectos positivos que aseguran que tienen este tipo de vídeos, el 54,5 % dice que lo hace para satisfacer la curiosidad; un 39,8 %, para conocer más sobre sexo, y el 36,1 % como un estimulante por masturbarse. Sobre los efectos negativos, un 24 % de los jóvenes encuestados considera que afecta las relaciones de pareja y un 17,3 % reconoce que dedica demasiado tiempo a este tipo de contenidos.
Todas las jóvenes indican conocer al menos un caso de divulgación de imágenes sexuales
Los jóvenes exponen que no conocen ningún caso cercano, sin embargo, son consciente de la problemática de la difusión de imágenes sexuales por redes. Por otra parte, todas las jóvenes indican conocer al menos un caso de divulgación de imágenes sexuales. Los casos que indican se pueden diferenciar en:
- Relaciones de pareja.
- Acoso escolar.
Conocen los casos porque les ha pasado a personas cercanas, del mismo curso y centro. Es interesante destacar que las jóvenes confiesan que son ellas las más afectadas, «las mujeres nos afecta más… sufrimos más». En este contexto indican que las consecuencias son mayores, hay mayor acoso si la víctima es mujer.
Con la pornografía, ¿se aprende de sexo o de porno?
En referencia a la educación sexual, existe un claro consenso, sin diferencias apreciables por edad y sexo. Los y las jóvenes proponen una asignatura de carácter preventivo, que tenga como objetivo concienciar a los niños y adolescentes para normalizar la sexualidad y romper con el tabú existente e impuesto, donde se hable de:
- Relaciones positivas y sanas, del vínculo seguro.
- Autoestima e interioridad.
- Identidades y orientaciones sexuales.
- Pornografía.
- Métodos anticonceptivos y enfermedades de transmisión sexual.
Indican que debería impartirse, en las escuelas y en los institutos, por profesionales de la salud y la psicología, y no por docentes del centro. De forma general, los y las adolescentes indican que sí es posible una educación afectiva y sexual que enseñe a vivir la sexualidad con placer e igualdad. En este contexto, consideran la experiencia propia como elemento clave para aprender de sexualidad.
¿Con quién hablan las y los jóvenes sobre su sexualidad, pornografía y las relaciones con otras personas?
El Estudio detalla como el 53,4 % de los jóvenes resuelven las dudas con los amigos, un 38,2 % con los padres y madres, y el 32,5 % los busca en Internet.
Las encuestas dicen que los jóvenes y las jóvenes acuden a:
- La familia, de la que destacan la figura materna.
- El grupo de iguales: las amistades y personas cercanas.
Existen diferencias en función del sexo: en el caso de los jóvenes, exponen, de forma general, que no suelen hablar de su sexualidad y de pornografía con la familia, sino con el grupo de iguales, las amistades y personas conocidas cercanas; en cambio, las jóvenes, indican mayoritariamente que las personas con las que hablan sobre los temas indicados son con la familia, y destacan la figura materna.
Los autores del estudio abogan por apostar por la educación para evitar que los adolescentes se muestren tan interesados por el porno, además de que es necesario que en las familias se hable más del tema sexual con sus hijos.
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