La Comisión Europea lanza la iniciativa Onlife tras analizar los abusos que realizan las empresas tecnológicas para evitar separarnos del móvil haciendo uso de pequeñas técnicas psicológicos. La atención se ha convertido en un objeto comercial que se debe controlar y llegar a un equilibrio entre las autoridades, las empresas y los ciudadanos.
La iniciativa Onlife, basada en la idea del pensador italiano Luciano Floridi, tiene el objetivo de agrupar un grupo de especialistas para estudiar los riesgos que someten las empresas tecnologías para crear dependencia a las nuevas tecnologías.
La Comisión Europea afirma en el Manifiesto Onlife que las sociedad deben proteger, cuidar y cultivar la capacidad de atención dado que el enfoque comercial de la atención descuida sus dimensiones sociales y políticas. El manifiesto, aun no finalizado en su totalidad, quiere denunciar y alertar el creciente uso de estrategias para mantener casi constantemente al usuario delante de las nuevas tecnologías.
Se empieza a contemplar la capacidad de concentrarnos como otro pedazo vital de nuestro cuerpo que debe estar protegida y vinculada a derechos fundamentales como la privacidad y la integridad física.
Los gigantes de internet trabajan duro para que el usuario se mantenga largos periodos de tiempo y acusar únicamente al usuario del uso abusivo de la tecnología. Tristan Harris (extrabajador de Google) afirma: «Un argumento común en la industria de la tecnología es que los usuarios son libres de tomar decisiones, pero no es cierto. Están moldeando y manipulando la mente de la gente».