El mundo ha cambiado mucho en poco tiempo y casi sin darnos cuenta, tenemos a toda una nueva generación nacida en este siglo XXI que forma parte activa de la sociedad. Si bien hicieron falta más de 30 años para que los ordenadores llegaran a todas las universidades, empresas u hogares, ofreciendo tiempo suficiente a la sociedad a adaptarse a los cambios que poco a poco la tecnología nos fue trayendo, en poco menos de cinco años los dispositivos móviles han conseguido llegar a la misma cantidad de lugares.
Smartphones, tabletas, relojes inteligentes, pulseras de fitness… estos dispositivos llegan en varios formatos y tamaños ofreciendo la gran ventaja de poder llevarlos encima, convirtiéndonos en seres permanentemente conectados a Internet y por ende, al resto de la sociedad. Hemos adaptado primero los dispositivos a nuestros deseos tecnológicos, creando incluso nuevas necesidades que quizá no eran tan requeridas, pero todavía no hemos adecuado las habilidades demandadas para esta nueva realidad digital en la que vivimos.
Estudiando el presente, vemos a muchas personas influyentes y exitosas que tuvieron que aprender ciertas competencias que nadie les podía enseñar, porque esos roles y oficios que ahora están desarrollando (community manager, blogueros, tuiteros, youtubers…) no existían cuando estaban siendo formados y nadie los había previsto. La realidad es que hay una serie de habilidades que debemos trabajar y adaptar, para poder ser competentes digitalmente tanto en nuestro más inmediato presente, como en un futuro que en muchos casos aún es desconocido.
Si queremos que esta nueva generación ejerza su ciudadanía en Internet de forma responsable y solidaria, y que además sean capaces de resolver los problemas del futuro, debemos crear nuevas metodologías que fomenten las competencias digitales promoviendo la participación digital de estos ciudadanos y ciudadanas como parte de la solución y no del problema. Estas competencias digitales están compuestas1 por la conciencia digital, la alfabetización mediática, la alfabetización tecnológica, la alfabetización digital y la alfabetización informativa, y apremia diseñar y promover nuevos programas educativos para desarrollarlas ahora en la infancia y la adolescencia.
Conciencia digital, viviendo en Internet de forma ética
La conciencia digital es necesaria para comprender el ciberespacio y la economía del conocimiento. Las tecnologías de la información y la comunicación son un medio, una forma de posibilitar la formación continua que permite desarrollar una ciudadanía digital activa y responsable que ayude a comprender las implicaciones éticas y legales de la vida online. Debemos tener claro que la vida que hacemos en Internet es también real, por lo que deberíamos ser cuidadosos al usar términos como “virtual” al referirnos a todo aquello que hacemos en Internet, o de calificar como “real” o “de verdad” las experiencias que realizamos o las personas que conocemos fuera de la Red. El mundo ha cambiado pero todavía es difícil convencer a mucha gente de lo real que es la vida vivida también a través de las pantallas.
Para comprender el ciberespacio y la vida que transcurre en él, hay que entender también la vida en un sentido más amplio, ya que las personas que viven tanto dentro como fuera de Internet son las mismas, con sus mismos intereses, motivaciones, gustos o prejuicios. La vida digital es vida real: aunque las normas, usos y costumbres, como en cada contexto, pueden ser en ocasiones diferentes, Internet tiene un eco mayor que puede causar un impacto imposible de manejar.
Alfabetización de los medios de comunicación
La alfabetización de los medios de comunicación es un requisito para poder entender cómo los medios tradicionales de comunicación y los medios digitales están fundiéndose en un nuevo escenario de medios de comunicación, así como las implicaciones sociales, legales, económicas y políticas que este nuevo escenario trae. Es necesario que exista una visión y un análisis crítico de los medios de comunicación, ya que estos se pueden usar también para ejercer nuestros derechos y responsabilidades. Los medios de comunicación están adoptando nuevos formatos, y estos formatos les proporcionan nuevas capacidades. Hay que apostar no sólo por una comunicación cada vez más audiovisual sino también por una comunicación cada vez más social considerando el papel que las redes sociales están teniendo en la vida y el desarrollo de la infancia y la adolescencia.
Alfabetización tecnológica
Quizá la competencia digital más conocida y trabajada sea la de la alfabetización tecnológica, es decir, el uso seguro de hardware y software, así como el aprendizaje para la utilización de las aplicaciones de productividad (tratamiento de textos, hojas de cálculo, bases de datos y herramientas para el almacenamiento y gestión de la información), y saber acerca de la comunicación de dispositivos y aplicaciones de gestión. Conocer las oportunidades y los riesgos potenciales de Internet y las comunicaciones a través de medios electrónicos para las actividades como el networking, el intercambio de información, o la colaboración es condición sine qua non para poder prevenir riesgos y problemas en la Red. Además de saber utilizar servicios basados en Internet (por ejemplo, crear una cuenta, redactar un correo electrónico, adjuntar y descargar archivos, participar en un debate en línea, usar sitios de redes sociales, crear blogs, etc…) hay que tener en cuenta también la transformación social derivada de la evolución tecnológica actual donde toda la tecnología ha llegado a integrarse en los teléfonos móviles que ponemos en la palma de la mano de niñas, niños y adolescentes.
Alfabetización digital
Cuando hablamos de alfabetización digital nos referimos a la habilidad de encontrar, usar y comunicar la información disponible en Internet, y con ello la capacidad de generar nueva información creando, adaptando y compartiendo nuevo conocimiento en múltiples formatos. Esto requiere integrar habilidades instrumentales, como la de la gestión de la información, y habilidades estratégicas como el pensamiento crítico. Desde PantallasAmigas siempre se ha realizado un énfasis especial en las habilidades para la vida (en este caso digital) aplicando el modelo propuesto por la organización mundial de la salud “Life Skills Education in Schools”2. En este caso, centrándose en diez habilidades clasificadas en tres grupos: habilidades sociales, emocionales y cognitivas. El autoconocimiento, la empatía, la comunicación asertiva, las relaciones interpersonales, la toma de decisiones, la solución de problemas y conflictos, el pensamiento creativo, el pensamiento crítico, el manejo de emociones y sentimientos, y por último, el manejo de tensiones y estrés son algunas de las habilidades que debemos trabajar en el nuevo contexto digital en donde niños, niñas y adolescentes viven y crecen3.
Alfabetización informativa
Por último, como alfabetización informativa se entiende la lectura con sentido, evaluar la fiabilidad y calidad del contenido, y conectar y usar de forma crítica la información en diferentes formatos dependiendo del contexto. Saber interpretar la información, llegar a conclusiones, comparar y contrastar la información de múltiples orígenes ayuda a entender y sentir la realidad digital que se está viviendo en Internet y por tanto facilita tomar decisiones acertadas.
No todas las personas pueden ser autodidactas y aprender gracias a la información y herramientas disponibles en Internet, por lo que urge aunar esfuerzos para poder responder a las soluciones demandadas, aunque en muchos casos aún no sepamos cuáles sean. Debemos apostar por hacer las cosas diferentes, por experimentar y conseguir adaptar las herramientas actuales para poder aplicarlas a una nueva realidad.No es fácil diseñar y promover nuevos programas educativos eficaces para desarrollar competencias digitales en la infancia y la adolescencia, pero sabemos en qué dirección debemos caminar, y qué primeros pasos tomar.
*Artículo de opinión de PantallasAmigas, publicado previamente en familiadigital.net.
