Con motivo del Safer Internet Day 2025, el 13 de febrero, PantallasAmigas y EU Kids Online en el marco del proyecto SIC Spain 4.0, organizaron el webinar “Cibermanagers, ciberciudadanía activa y promoción de los derechos digitales”. El encuentro contó con la participación de Roser Batlle, Fundadora de la Red Española de Aprendizaje Servicio.

Características y relevancia del Aprendizaje Servicio, Roser Batlle, Fundadora de la Red Española de Aprendizaje Servicio

Características y relevancia del Aprendizaje Servicio, Roser Batlle, Fundadora de la Red Española de Aprendizaje Servicio

Roser Batlle es Fundadora de la Red Española de Aprendizaje Servicio. Pedagoga especializada en aprendizaje-servicio. Se dedica a su difusión en España. Autora, entre otras publicaciones, de Aprendizaje-Servicio. Compromiso social en acción (2020) y de Aprendizaje-Servicio en España. El contagio de una revolución pedagógica necesaria (2013). Es fundadora de la Red Española de Aprendizaje-Servicio; forma parte del Centre Promotor d’Aprenentatge Servei; de Zerbikas Fundazioa y de la Red Iberoamericana de Aprendizaje-Servicio.

El Aprendizaje Servicio: Formación con Propósito para un Mundo Mejor

«No podemos construir un mundo más justo con ciudadanos mediocres»

Roser comenzó su exposición destacando la importancia de la educación en la transformación social. Citando la Declaración Universal de los Derechos Humanos, nos recuerda que «todos los seres humanos nacemos libres e iguales en dignidad y derechos», pero la realidad muestra un mundo con desigualdades, explotación y conflictos. Ante este panorama, los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) marcan una hoja de ruta para superar estos desafíos y lograr un mundo más justo y sostenible. La UNESCO enfatiza la necesidad de una pedagogía basada en la cooperación y solidaridad, pero Batlle advierte: «No vamos a construir un mundo más justo con ciudadanos mediocres».

«Ser sabio y ser buena persona no deben ser caminos separados»

El Aprendizaje Servicio busca eliminar la disyuntiva entre formación académica y compromiso social. «No tengas que escoger entre ser sabio y ser buena persona», enfatiza Batlle. Esta metodología combina el aprendizaje con una acción en beneficio de la comunidad, promoviendo una educación integral donde los jóvenes desarrollan conocimientos y valores cívicos simultáneamente.

Experiencias reales de Aprendizaje Servicio

Para ilustrar su impacto, Batlle comparte varios ejemplos concretos:

«Aprender y ayudar: la doble intención del Aprendizaje Servicio»

"Aprender haciendo un servicio a la comunidad"

«Aprender haciendo un servicio a la comunidad»

Un grupo de estudiantes de secundaria de Bellvitge, en el barrio en L’Hospitalet de Llobregat, colaboraron en el Valle de Trápaga en el País Vasco con exmineros en la mejora del Museo de la Minería, «reparando vagonetas y enriqueciendo la exposición». Su viaje de fin de curso no solo les permitió «aprender sobre la historia y la cultura vasca», sino también contribuir activamente en la preservación del patrimonio.

«Salvar una especie con la ayuda de los más pequeños»

En Castellón, alumnado de agroecología del CEIP Lope de Vega Nules, descubrieron que la raza de gallina del Maestrazgo estaba en peligro de extinción. Para preservar la especie, involucraron a niños y niñas de la escuela infantil, quienes «incubaron los huevos, criaron pollitos y comprendieron el ciclo de vida de las aves». Esta alianza intergeneracional no solo benefició a la biodiversidad, sino que también potenció habilidades científicas y comunicativas en los pequeños.

«Donar sangre: una lección de compromiso social»

En Madrid, estudiantes del Instituto Miguel Catalán organizaron una campaña de donación de sangre en colaboración con el hospital local. «Montaron una campaña de donación en el vecindario, fortaleciendo su sentido de responsabilidad y empatía«, explica Batlle. Además, adquirieron conocimientos sobre la importancia de la sangre en emergencias médicas y mejoraron sus habilidades organizativas.

«Apoyar la memoria con tecnología»

Un último caso nos lleva a Salamanca, donde alumnado del Ciclo de Mantenimiento Electrónico del CIFP Río Tormes, colaboraron con terapeutas para crear «escenarios inmersivos virtuales» que ayudan a pacientes con Alzheimer en sus primeros estadios. «Pusieron el foco en los recuerdos presentes, ayudando a los terapeutas y, en consecuencia, a los afectados y sus familias». Este proyecto no solo reforzó su aprendizaje en diseño digital, sino que demostró cómo la tecnología puede tener un propósito social.

«El Aprendizaje Servicio orienta el talento al bien común»

Según Batlle, los proyectos exitosos de Aprendizaje Servicio tienen elementos en común: «Se parte de un problema o necesidad social, se busca una acción de servicio alcanzable para los jóvenes y de ello se derivan aprendizajes significativos». Además, suelen requerir «alianzas con otros actores del entorno», fomentando el trabajo en red.

El Aprendizaje Servicio «pone una brújula para orientar el talento», evitando que este se emplee en prácticas perjudiciales. «Se puede tener talento para el fraude, la extorsión o el bullying», advierte Batlle, pero esta metodología educativa lo canaliza hacia el bien común.

«Los jóvenes son ciudadanos de hoy, no del futuro»

En su conclusión, Batlle enfatiza que los jóvenes «no son los ciudadanos del mañana, sino del presente». Tienen la capacidad de generar cambios positivos en su entorno y el Aprendizaje Servicio les da las herramientas para hacerlo. «La fraternidad es la base de esta metodología, porque considera que los problemas de los otros también son nuestros problemas».

Finalmente, Batlle lanza una reflexión clave: «La finalidad de la educación debe ser formar ciudadanos competentes capaces de transformar el mundo«. Y nos deja una pregunta que interpela a toda la comunidad educativa: «Si no es para esto, entonces, ¿para qué sirve la educación?».