Begoña Ibarrola, Psicóloga, escritora y experta en educación emocional, participó en la Jornada Ciudadanía Conectada 2021 sobre “Derechos de la infancia y mediación parental en el contexto digital”. Organizada por PantallasAmigas en el marco del proyecto SIC-SPAIN 2.0, con el apoyo de Fundación MAPFRE, Google, Twitter y el respaldo institucional de INCIBE.

Conferencia de Begoña Ibarrola – “Educación emocional en la labor de mediación parental”.

Conferencia de Begoña Ibarrola – “Educación emocional en la labor de mediación parental”.

Begoña Ibarrola es una de las divulgadoras sobre educación emocional, inteligencias múltiples, neuroeducación y musicoterapia más importantes de nuestro país. Licenciada en psicología, comenzó a ejercer como terapeuta infantil, más tarde ejerció como docente. Presentó una conferencia centrada en el papel crucial de la mediación parental y la educación emocional en el uso responsable de la tecnología por parte de niños, niñas y adolescentes.

El desafío de la mediación parental

Ibarrola destacó que los padres son los primeros educadores en el uso de la tecnología, subrayando que su principal rol es modelar conductas responsables. Con la tecnología inmersa en todos los aspectos de la vida, el reto no es detener su avance, sino canalizar su potencial para promover una sociedad más saludable y equilibrada.

En este sentido, la mediación parental se entiende como un conjunto de acciones para guiar y supervisar el uso digital, priorizando un enfoque educativo sobre uno restrictivo. Ibarrola enfatizó que no basta con limitar accesos o tiempos de uso; el objetivo es educar para que los menores desarrollen habilidades críticas y emocionales que les permitan enfrentar los riesgos del entorno digital.

Nativos digitales y la paradoja del buen uso

Un punto clave de su ponencia fue desmontar el mito de los «nativos digitales». Según Ibarrola, aunque los jóvenes crecen rodeados de tecnología, carecen de los recursos necesarios para utilizarla adecuadamente. Aspectos como distinguir entre información verdadera y falsa, proteger su privacidad o gestionar sus emociones en redes sociales son desafíos para los que necesitan preparación.

En este contexto, la educación emocional emerge como un pilar fundamental. Ibarrola destacó que, desde edades tempranas, se deben cultivar habilidades emocionales que permitan a las y los menores manejar situaciones difíciles, desarrollar autonomía emocional y evitar conductas de dependencia como la obsesión por los «likes».

Herramientas emocionales para el bienestar digital

Ibarrola propuso una serie de habilidades emocionales esenciales para la mediación parental efectiva:

1. Conciencia emocional: Reconocer y comprender las emociones propias y ajenas, un aspecto clave para desmitificar la «tiranía de la alegría» que impera en redes sociales y normalizar la diversidad emocional.

2. Autonomía emocional: Fortalecer la autoestima desde la infancia para evitar la dependencia digital y conductas narcisistas asociadas a la validación externa.

3. Autocontrol: Enseñar a los menores a gestionar impulsos, como responder de inmediato a mensajes emocionales, y fomentar la reflexión antes de actuar.

4. Empatía: Desarrollar la capacidad de ponerse en el lugar del otro, esencial para prevenir el ciberacoso y fomentar una comunicación digital más responsable.

5. Colaboración: Aprovechar las herramientas tecnológicas para trabajar con personas diversas, promoviendo la empatía intercultural y el trabajo en equipo.

Inteligencia emocional en los adultos

Finalmente, Ibarrola subrayó la importancia de que padres y madres sean modelos de inteligencia emocional. Solo adultos emocionalmente equilibrados pueden guiar a menores en el desarrollo de estas habilidades y, con ello, prepararles para los desafíos del mundo digital.

La conferencia concluyó con una invitación a reflexionar sobre el papel compartido de las familias y los centros educativos en la formación integral de las nuevas generaciones, en la que la educación emocional se posiciona como la clave para un bienestar digital sostenible.

Entrevista a Begoña Ibarrola

“La vida emocional es multicolor”

Ibarrola enfatiza que la primera habilidad clave es la conciencia emocional, especialmente ante lo que describe como “la tiranía de la felicidad” en redes sociales. Según ella, estas plataformas promueven una imagen irreal de felicidad constante que puede llevar a las y los jóvenes a ocultar emociones como el miedo o la tristeza. “Una buena conciencia emocional ayuda a mitigar estos efectos y permite valorar todas las emociones como naturales y necesarias”.

La autoestima como “vacuna” contra las adicciones

Otro aspecto fundamental es la autonomía emocional. Begoña destaca cómo la comparación social en redes puede dañar la autoestima, lo que aumenta el riesgo de adicciones y depresiones. “Un buen refuerzo de la autoestima es la mejor vacuna contra la adicción y la comparación social”.

El autocontrol frente a la inmediatez

En el contexto digital, el autocontrol se vuelve indispensable para manejar impulsos y reducir el estrés que generan las distracciones constantes. Ibarrola señala que “el autocontrol promueve la reflexión y rompe con la cultura de la inmediatez, ayudando a los jóvenes a manejar mejor su tiempo y emociones frente a las pantallas.

La empatía: clave para prevenir el ciberbullying

La empatía, según Ibarrola, es crucial en los entornos digitales para comprender cómo los demás pueden interpretar los mensajes, reduciendo conflictos y previniendo el ciberbullying. “Incluso antes de emitir un mensaje, la empatía permite prever cómo se sentirá quien lo reciba”, explica.

Padres y madres como referentes emocionales

Begoña subraya la importancia de que padres y madres desarrollen estas habilidades primero, ya que “no es lo que dicen, sino lo que hacen” lo que impacta en los hijos. Así, destaca la necesidad de cultivar su inteligencia emocional para ser mentores efectivos en la mediación parental.

El valor de los cuentos en la era digital

Finalmente, Ibarrola conecta su trabajo como escritora con la mediación emocional, defendiendo que los cuentos, en papel o digitales, son una herramienta poderosa para crear vínculos afectivos y fomentar conversaciones profundas entre padres e hijos.

Concluye la entrevista con un llamado a la acción para que padres, madres y educadores inviertan en su formación emocional, promoviendo una convivencia digital más saludable y enriquecedora para la juventud.



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