Phoebe Prince, una joven irlandesa de 15 años recientemente emigrada a Massachusetts, se suicidó hace dos semanas tras haber sufrido bullying por Internet en forma de mensajes e emails. Al parecer en alguno de esos mensajes se la inducía expresamente a ahorcarse, algo que finalmente hizo. Según la experta Parry Aftab el ciberbullying es equiparable a la tortura para los menores: Los abusones del patio te pegan y luego te vas a casa, explica. Pero los ciberabusones te pegan en tu casa, en la casa de tus abuelos… en cualquier lugar donde estés conectado/a a la tecnología.
Según los datos de Aftab, la mayoría de quienes ciberabusan responden al arquetipo de chicas malas, que acosan a otras adolescentes por medio de emails y redes sociales. Una pista sobre un posible ciberbullying la da precisamente un cambio repentino de actitud hacia la tecnología en menores que habitualmente son entusiastas de los juegos online, Facebook, etc.
El mejor consejo en esos casos, según Aftab, es parar (de leer los mensajes insultantes), bloquear (al abusón) y contar (lo que sucede a los padres u otros adultos que puedan ayudar).
En la actualidad 42 Estados de los EEUU tienen algún tipo de medida anti-bullying, 23 de ellos legislaciones específicas. Pero Massachusetts no es uno de ellos.
El caso de Phoebe recoge muestras de especial crueldad, pues el incesante acoso que padeció en vida ha continuado incluso en una página de recuerdo que se le ha hecho en Facebook donde los administradores han tenido que borrar mensajes insultantes que continuaban llegando.
Fuente: ABC