El uso de los sistemas de control parental no debe ser la única medida que tomemos para llevar a cabo una parentalidad digital positiva. Es importante recordar que estos sistemas no son perfectos ya que siempre habrá contenidos que no podrán filtrar, o actividad que no podrán supervisar. Sin embargo, en ocasiones es un complemento necesario por lo que debemos conocer las posibilidades de distintas apps, videojuegos y redes sociales usadas por hijos e hijas, y tener en cuenta varias características antes de elegir la herramienta y la forma en la que la vayamos a utilizar.
Al usar estas herramientas y activar estos mecanismos no debemos dejar de lado la necesidad de hacer un buen seguimiento de las actividades que hijos e hijas realizan en el mundo digital, respetando sus necesidades, favoreciendo su desarrollo, y fomentando una comunicación respetuosa y de confianza. Debemos acompañarles en ese crecimiento que realizan a través de lo que viven en Internet y no delegar toda la responsabilidad del buen o mal uso de la tecnología ni en una herramienta ni en sus propias manos, ya que como menores de edad seguramente no tengan ni la madurez ni las herramientas necesarias para tomar las decisiones que más les convienen.
Características generales para elegir una buena herramienta
En diversas etapas de crecimiento y desarrollo de nuestros hijos e hijas, es muy probable que necesitemos activar alguna funcionalidad que proporcionan los sistemas de control parental: supervisión, control de uso, filtrado de contenidos…. No debemos caer en la tentación de conformarnos y elegir la herramienta más adecuada sólo por el servicio más prioritario que requiramos. Debemos buscar en estas herramientas otras funcionalidades adicionales que nos faciliten también su uso y gestión.
La facilidad de uso debe ser uno de los factores más a tener en cuenta a la hora de elegir la solución que más nos convenga: la herramienta debe ser sencilla de instalar tanto por usuarios principiantes como avanzados. Su uso y configuración tienen que resultar fáciles e intuitivos, y en todo momento la aplicación debe permitir proteger el acceso para evitar que hijos e hijas lo anulen y se salten las restricciones. Caso de que tengamos problemas, deberíamos poder contar también con un buen servicio de soporte técnico.
Un buen sistema de control parental además ofrece información sobre la actividad supervisada a base de informes sencillos y accesibles (tanto desde el móvil como desde el ordenador), y nos mantiene informados a través de varios canales (e-mails, notificaciones…) a fin de que podamos ajustar mejor nuestra forma de hacer seguimiento.
YouTube y videojuegos con control parental
Además de las herramientas genéricas para dispositivos móviles y ordenadores, las apps y servicios más populares han comenzado a ofrecer de forma nativa sus propios sistemas de control parental para supervisar la actividad que niños y niñas hacen en sus plataformas. Uno de los casos más recientes es el de YouTube Kids, una versión de YouTube en formato app diseñada especialmente para ser usada por niños y niñas garantizando su seguridad y el acceso a contenidos apropiados a su edad.
En el mundo de los videojuegos también hay sistemas de control parental incorporados en las propias consolas. Xbox One, Playstation 4, Nintendo Switch… todas ellas cuentan con opciones que permiten a padres y madres seleccionar a qué juegos se puede jugar, qué tipo de contenidos audiovisuales pueden consultarse a través de estas plataformas, controlar el tiempo que cada miembro de la familia puede jugar, si se puede acceder al modo online o no de los juegos, bloquear acceso a webs a través del servicio, gestionar la privacidad del perfil de usuario o requerir aprobación parental para solicitudes de amistad.