Según un estudio de los centros de tratamiento Caron, realizado por Nielsen BuzzMetrics y publicado en 2007, de los 10,3 millones de mensajes colocados por adolescentes en comunidades virtuales, más de 160.000 trataban sobre drogas o alcohol.

Los operadores son conscientes de la necesidad de establecer controles a los contenidos accesibles a través de sus redes. Aunque el hogar o el colegio son los lugares donde los menores acceden habitualmente a Internet, en menor medida también utilizan los cibercentros o cibersalas, lugares donde el control sobre el acceso de los menores ha sido hasta ahora menos riguroso, ya que es frecuente que accedan a Internet con ordenadores sin filtros de seguridad o bien al lado de adultos.

La sociedad está demandando más medidas protectoras y de seguridad en estos espacios y diferentes compañías han comenzado a ofrecer servicios de filtrado que permiten limitar los accesos a páginas web según su contenido. En febrero de 2007, varias compañías ratificaron un acuerdo marco con la Unión Europea destinado a incrementar las medidas de protección a los menores en su acceso a contenidos a través del móvil. En particular se dedicarán esfuerzos al control de acceso a contenidos para adultos, la concienciación de padres y niños, y la lucha contra contenidos ilegales.

Más del 90% de los niños estudiados de entre 7 y 12 años juega con algún tipo de videojuego, y muchos de ellos conocen o han jugado a juegos de adultos, incluso a algunos muy violentos. El Decreto andaluz 27/2007 establece medidas de seguridad para menores en el uso de Internet y las TIC, entre ellas medidas de seguridad en las cibersalas, en concreto, la necesidad de disponer de sistemas de seguridad y filtrado. Además, los menores solo podrán entrar en los establecimientos que cuenten con una persona responsable a su cargo, que les oriente en el uso de Internet y las TIC.

Información extraída del informe de 2007 «MENORES CONECTADOS.
OPORTUNIDADES Y RIESGOS» de Telefónica.