«El humanismo en tiempos digitales», Recuperar la condición humana cuando el mundo digital nos desconcierta, por Jaume Funes

En el libro «El humanismo en tiempos digitales», Recuperar la condición humana cuando el mundo digital nos desconcierta, su autor Jaume Funes ofrece una reflexión profunda y urgente sobre cómo la era digital afecta a nuestra humanidad y lo que significa ser humano en medio del avance tecnológico.  

Jaume Funes Artiaga es psicólogo, educador y periodista. Es autor de varios libros sobre adolescencia, educación y el trabajo con jóvenes en contextos difíciles. Entre sus obras más destacadas se encuentran «Quiéreme cuando menos me lo merezca… porque es cuando más lo necesito», donde aborda los desafíos emocionales de la adolescencia, y «Educar en la adolescencia», que proporciona herramientas para entender y acompañar a adolescentes en su proceso de crecimiento personal.

Jaume consiguió el premio PantallasAmigas en 2018, en la categoría «Por la Salud Mental en la Adolescencia» en reconocimiento a su labor de promoción de un uso seguro y saludable de las tecnologías digitales, así como su enfoque en la protección de la infancia y la adolescencia en el entorno digital. Un trabajo clave en la creación de conciencia sobre los riesgos y oportunidades que representan las pantallas y el mundo digital para los jóvenes.

El humanismo en tiempos digitales

A lo largo del libro «El humanismo en tiempos digitales», Funes explora el impacto que el mundo digital tiene en la sociedad contemporánea, centrándose en cómo las herramientas tecnológicas transforman nuestra forma de vivir, de pensar y de relacionarnos.

Uno de los aspectos más valiosos del libro es su capacidad para plantear preguntas más que proporcionar respuestas definitivas. Funes invita a reflexionar sobre la relación entre la tecnología y nuestra naturaleza humana, sugiriendo que, si bien el progreso digital ha traído enormes beneficios, también ha contribuido a una sensación de desconcierto y deshumanización. En este contexto, el autor aboga por recuperar una visión humanista, recordando que, en última instancia, debemos priorizar la dignidad y el bienestar de las personas frente a las exigencias de la tecnología.

«No se trata de que el universo digital nos esté deshumanizando; en realidad, todo este dinamismo acelerado nos pilla ya deshumanizados y, de manera mayoritaria, sin excesivo interés en poner como preocupación colectiva prioritaria el proteger la condición humana».

Funes no se limita a criticar el mundo digital, sino que se esfuerza por encontrar un equilibrio. Reconoce los beneficios de la digitalización, pero insiste en la necesidad de recuperar la reflexión crítica, el diálogo y el sentido de comunidad que la tecnología a menudo diluye.

«La «digitalidad» general nos pone ante un espejo y nos descubrimos desnudos de humanismo, o con buena parte de lo que podemos considerar humanismo, en el desván de los trastos inútiles. Habrá que ver en qué nos deshumaniza y en qué no, pero antes habrá que considerar si no habíamos olvidado y perdido buena parte de aquello que nos puede definir como seres humanos».

Su libro plantea cuestiones esenciales sobre el papel de la educación, la necesidad de cultivar la empatía y la importancia de mantener un espacio para la introspección en un mundo que nos exige estar constantemente conectados.

«Cuando una tecnología crea nuevas posibilidades, contextos y realidades, los seres humanos también debemos crearle algún sentido (o recuperar y adaptar el que habíamos olvidado)».

Funes equilibra un tono pedagógico con una reflexión filosófica que resulta tanto estimulante como comprensible para un público amplio. No ofrece soluciones rápidas, pero sí nos impulsa a recuperar nuestra esencia humana, algo indispensable en un mundo que parece alejarse cada vez más de ella.

«De la deshumanización pasamos a la deseducación o viceversa. Olvidamos que cambiar los entornos educativos o las formas de argumentar la educación no suprime las razones necesarias para educar ni los argumentos educativos. El mundo digital solo es peligroso si es un mundo sin conciencia, de la misma manera que el mundo de lo presencial y analógico, que perdió su conciencia hace tiempo».

El índice del libro es el siguiente:

I. Comencemos por mirar adecuadamente el GPS. Descubramos dónde nos hemos perdido.

I.I. Desconciertos y pánicos.

I.II. Tres tesis en las que pensar.

II. Con cerebro y sanos.

II.I. De las neuronas y las experiencias vitales.

II.II. Recuerdos sobre la salud mental.

III. Propuestas para construirse como personas en un mundo que no dejará de ser digital.

III.I. Detrás de las pantallas.

III.II. Aprender entre buscadores e integradores de datos.

III.III. Vivir en una red de redes.

III.IV. Existir entre penumbras en un mundo trasparente.

III.V. Afectos, soledades y odios.

III.VI. El mercado y las sociedades injustas.

III.VII. El mundo no es el que me dicen que es.

III. VIII. Las máquinas no imaginan.

IV. Construir el bienestar. Imaginar el futuro.

IV.I. La vida buena en digital.

IV.II. Para acabar: te propongo recomponer el puzle.