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«Regalar un móvil en la Comunión es egoísta; presenta más ventajas a quien lo da que a quien lo recibe»
Según Jorge Flores, director de PantallasAmigas, los padres que se sientan presionados porque su hijo no tiene móvil puede alegar a otros progenitores que «es tan pequeño que necesitaría un acompañamiento que yo no puedo darle»
LAURA PERAITA, 16 de mayo de 2019
Mayo es el mes por excelencia de la Primera Comunión de muchos niños. Un día que es esperado con mucha ilusión por muchas familias por todo lo que supone desde el punto de vista de las creencias religiosas tras meses de catequesis. Cierto es que la celebración de este día ha evolucionado mucho en los últimos años y lo que hace tiempo se conmemoraba con un encuentro familiar e íntimo, hoy supone una gran celebración con grandes festejos. Y grandes regalos. Las nuevas tecnologías también se han hecho un hueco en las comuniones y no son pocos los niños que se piden como obsequio un teléfono móvil. Pero, ¿es un regalo adecuado para estos niños que apenas han cumplido los diez años? Según Jorge Flores, director y fundador de PantallasAmigas, el móvil a esa edad es, por lo general, «inadecuado o muy inadecuado». La tablet, como todo dispositivo conectable a internet, requiere supervisión, pero es menos problemático.
¿Por qué se empeñan muchos padres en aprovechar este evento para entregárselo a los niños?
Porque es un regalo muy agradecido por quien lo recibe. Es fácil y cómodo de comprar y, además, acaba con la pelea del «quiero un móvil ya». Termina también con el dilema del comprar o no comprar. En resumen, es un regalo tremendamente egoísta porque presenta muchas más ventajas para quien lo hace que para quien lo recibe.
¿Se sienten los padres presionados por el hecho de que otros niños ya tengan móvil?
Sí, pero creo que lo están menos de lo que se quieren sentir. Hay que tener la cabeza fría y analizar, y no usar la presión como excusa. Los padres, sin duda, podrán sobrellevar esa situación, lo superarán, y de paso estarán entrenando a sus hijos también a estar en una posición diferente a otros y superar esa diferencia, aunque se viva como una frustración. Pensémoslo bien, sería muy poco deseable que tomaran esa decisión por no poder soportar ellos la presión…, o la tentación.
¿Existe presión social por tener a los hijos equipados a la última en nuevas tecnologías?
Sin duda. Los dispositivos asociados a las nuevas tecnologías son elementos de consumo, y para consumir siempre hay presión del mercado y presión social. No olvidemos que, por ejemplo el móvil, está presente en casi todas nuestras relaciones sociales, sean presenciales o digitales. Estos «gadgets» son vistos también como un elemento de prestigio porque, no en vano, se puede gastar mucho dinero en ellos.
¿Cómo resistirse?
Con sangre fría, criterio, generosidad y responsabilidad.
¿Qué argumentos pueden dar los padres que no quieren dar tan pronto un móvil a sus hijos para que otros padres no piensen que son una retrógrados, tacaños, malos padres…?
Es sencillo, se trata de una decisión donde se valoran pros y contras, oportunidades y amenazas. Para que el saldo salga favorable para el bienestar de nuestros hijos es necesario poner en la balanza una gran dedicación y mucho acierto que, siendo realistas, no suele estar al alcance de la generalidad de padres y madres. Se puede resumir en una respuesta del tipo: «es tan pequeño que necesitaría un acompañamiento que no puedo darle, así que, sin duda, es mejor que de momento no tenga móvil».
¿Por qué no son algunos padres conscientes de los riesgos de estos dispositivos a estas edades tempranas?
En ocasiones puede ser por desconocimiento del medio y sus retos y, en otros casos, por falta de reflexión. Si no lo piensan, no lo pueden tener presente.
¿Cuál es la edad ideal para tenerlos?
Cuando los padres estén preparados, esto es, con los conocimientos necesarios, y dispuestos a dedicar el tiempo necesario para un acompañamiento adecuado. Conociendo a la mayoría de los padres, se podría estimar que antes de los 13 años es inapropiado. Superan los riesgos a las oportunidades con creces. Sin embargo, chicos más jóvenes bien instruidos y supervisados podrían tenerlos, pero adolescentes mayores sin conocimiento ni experiencia, no.
¿Qué consejos daría a los padres que se encuentren que algún familiar o amigo regale a sus hijos un móvil en su Primera Comunión?
De entrada, dejar claro que una cosa es el dispositivo y su propiedad, y otra el permiso para usarlo. También tener presente que una decisión tan importante como dejar usar un móvil a un niño de esa edad la debe tomar uno mismo y no un tercero. No debe haber excusas. La decisión debe ser idéntica a la de comprar o no el móvil en la tienda y, si decimos comprarlo, esto es, que mi hijo use el móvil, asumir todas las consecuencias y responsabilidades. Y no son pocas.