El ciberacoso, los trastornos relacionados con el sueño y la baja autoestima suponen tres factores de riesgo para la población más joven.
Las nuevas tecnologías han traído consigo grandes avances. Desde el teléfono móvil y sus aplicaciones de mensajería instantánea hasta los buscadores de información que tantas situaciones resuelven día a día, pasando por las redes sociales que cada vez más entretienen al público adolescente. Sin embargo, lo que nace como una vía de divertimiento puede traer consigo trastornos como la depresión si se utiliza de manera abusiva.
Un estudio del Consejo de Investigación Económica y Social de Reino Unido encuentra una relación en el consumo de redes sociales y el aumento del riesgo de padecer depresión entre las usuarias más jóvenes. El documento apunta a problemas como el ciberbullying, la falta de sueño y la baja autoestima que se generan en este colectivo como motivos principales.
Los resultados del informe publicado por la revista médica EClinical Medicine indican que un 40% de las menores encuestadas ha sufrido acoso en el entorno digital. Este porcentaje se reduce al 25% en el caso de ellos. Con respecto al insomnio, la cifra asciende de igual manera a un 40% para las chicas frente al 28% que se produce entre los varones.
Esta investigación revela que las niñas utilizan más las redes sociales. De hecho, alerta de que las menores de 14 años les dedican más de tres horas al día. Una información que preocupa al conocerse que ellas se ven también más afectadas que los chicos en cuestiones relacionadas con la imagen y el físico. Aunque la relación de las redes sociales y la baja autoestima no es un asunto nuevo. Varios estudios vienen alertando del riesgo que supone en la concepción de uno mismo la sobreexposición al social media, sobre todo para un sector tan vulnerable como el adolescente.
La proliferación de smartphones entre la audiencia más joven ha puesto las redes sociales en su mano sin discriminación de horario ni lugar. Esta disponibilidad total puede potenciar un abuso del tiempo empleado en sus cuentas sociales, más aún en un entorno acostumbrado a volcar su aburrimiento de forma online. Por ello, PantallasAmigas insiste en la importancia de educar a la infancia en un uso responsable de su patrimonio digital.