La era digital nos ha traído un sinfín de conocimientos compartidos, un espacio de intercambio de opiniones, un lugar donde encontrar respuesta a cualquier pregunta que nos planteemos, un paraíso de información. Podemos seguir la actualidad de los acontecimientos más relevantes casi al instante e, incluso si lo deseamos, contrastar diferentes tipos de fuentes. Sin embargo, ningún exceso es bueno y esta saturación digital de noticias ha derivado en un oasis informativo donde cada vez resulta más laborioso certificar la veracidad de un titular.
Aunque pueda parecer una paradoja de manual, la multitud de documentación que hallamos en Internet, lejos de mantenernos informados, ha dado lugar a un estado permanente de «desinformación». O lo que es lo mismo, cuanto más sabemos, menos sabemos. Este fenómeno se produce por la falta de rigor en el contenido en línea, provocado, en gran parte, por la cantidad de «expertos» que campan a sus anchas por el medio digital y cuya información parece ser siempre la verdadera.
Entre la noticia y el bulo, la «posverdad»
Aunque creamos que las ‘fake news’ nacen fruto de la proliferación de las nuevas tecnologías, lo cierto es que llegan 80 años después de aquel ataque alienígena retransmitido por la radio con el que Orson Welles y la compañía teatral Mercury sembraron el pánico en Estados Unidos.
Desde hace un tiempo ya no se habla de «desinformación», sino de las noticias falsas. Las ‘fake news’ se extienden como la pólvora de un dispositivo a otro de forma similar a la que puede suceder con cualquier información veraz. De hecho, esta es la mayor complejidad que se presenta a la hora de erradicar estas mentiras de nuestra vida: que son tomadas y compartidas como verdaderas.
¿Por qué íbamos a tomar por cierta una información tan irreal? Tiene mucho que ver con el espacio intangible que separa la verdad de la mentira con un simple «pos», un estado paradigmático que asumimos como cierto si reafirma nuestras creencias. En época de elecciones, la «posverdad» cotiza al alza cuando se trata de sucesos que ratifican la ideología que nos representa.
6 claves para conocer la verdad
Precisamente, por la dificultad que supone desenmascarar una noticia falsa y la repercusión que ésta puede llegar a tener si se toma como verdadera, Maldito Bulo se ha propuesto acabar con la posverdad y desmantelar toda ‘fake news’ que se tercie en la Red y devolver así al mundo periodístico la dignidad que se merece -sólo cuando se la merece-.
Esta plataforma contiene toda la información viral que resulta ser un fraude. Si quieres estar al día de todos estos bulos o dudas sobre alguna información que has leído por ahí, te enseñan seis consejos básicos para destapar los bulos que corren raudos y veloces por redes y portales digitales.
1. Quién lo publica
¿Has oído alguna vez hablar del medio de comunicación que te hace llegar esa noticia? ¿Alguien más ha publicado esa información? Plantéate que ningún titular permanece únicamente en quien da la exclusiva, sino que una documentación nueva genera siempre un efecto eco en el resto de medios que les lleva también a querer publicarla.
2. No te quedes nunca en el titular
Por muy goloso que se presente un encabezado, no te quedes en la superficie. Navega por el cuerpo del texto y continúa leyendo la información. Como reza el dicho, nunca juzgues un libro por su portada.
3. Identifica el humor
Muchos de los bulos que se expanden se proyectan como bromas cuyo humor es prácticamente imperceptible. Y si no te hace gracia, puede que te la cuelen como real. Ve a la parte de abajo de la página que la publica para cerciorarte de que se trata de un medio satírico, ya que la mayoría de este tipo de plataformas no desvelan en un primer vistazo su condición humorística.
4. Las citas falsas
Si una frase textual atribuida a un personaje público no tiene fecha ni fuente que la corrobore, no te fíes.
5. Alertas falsas
Los teletipos de alarma social se difunden, generalmente, a través de mensajería instantánea y suelen alertar sobre niños enfermos, desapariciones, amenazas terroristas, etc. Las cuentas de Policía Nacional y Guardia Civil en Twitter se encargan de desmentir estas informaciones a través del hashtag #stopbulos.
6. La ideología
Pon atención a las noticias o informaciones recuperadas del pasado que se lanzan como nuevas. Especialmente, ten cuidado con aquellas noticias verdaderas a las que se van añadiendo datos falsos con las que incentivar la polémica para hacer apología de una corriente ideología. Ese tipo de información es la más complicada de identificar, pues requieren de una labor de investigación profunda que implica mucha y laboriosa dedicación.